La muerte de Fernando Gaitán tiene de luto las telenovelas colombianas y principalmente las oficinas de Ecomoda, espacio donde se desarrolló una de las novelas más famosas en la historia de la televisión colombiana: ‘Yo soy Betty, la fea’.
Se ha transmitido en más de 180 países, y traducido a más de 25 idiomas. Además, alrededor del mundo se le han hecho casi treinta adaptaciones desde que fue emitida por primera vez en 1999, por lo que fue ganadora del Record Guinnes 2010 como la telenovela más exitosa de la historia.
La historia que conquistó millones de corazones
El personaje principal de la historia es Beatriz Aurora Pinzón Solano, a quien por cariño le dicen Betty, una mujer con un físico poco atractivo pero muy inteligente con las finanzas.
Debido a los criticas que recibía por su físico y las nulas conquistas que tenía, Betty estaba acostumbrada a la idea de quedarse solterona, y dedicarse a hacer sentir orgullosos a sus padres con quienes siempre ha vivido.
Cuando Betty ingresa a trabajar como asistente de presidencia en una compañía llamada Ecomoda, tiene que soportar constantemente los insultos y desprecios de sus compañeros de trabajo, principalmente de la secretaria Patricia Fernández, el diseñador Hugo Lombardi y Marcela Valencia, prometida de su Armando, su jefe.
Betty se ganó la confianza de Armando con mucha rapidez porque además de ser buena trabajadora, le guardaba los secretos sobre sus infidelidades, ganándose la enemistad de Patricia, la mujer a quien le quitó el puesto y de Marcela Valencia. Además, Betty se hace amiga de las feas de la empresa y entra a hacer parte del club de las feas.
En medio de todo eso, Betty empieza a ver a Armando con ojos de amor, mientras que él solo la ve como una asistente a la que pude utilizar para salvar su empresa de un embargo debido a una crisis financiera.
Por eso, para evitar llevar a Ecomoda al borde la quiebra, Armando decide crear una segunda empresa a nombre de Betty para que mantenga un embargo preventivo contra Ecomoda, y la llama “Inversiones Terramoda”.
Esta estrategia solo la conocen Betty, Armando y Mario Calderón, vicepresidente comercial de Ecomoda y amigo cercano de Armando. Armando le pide a Betty “maquillar” los informes que se muestran a los accionistas para que no se enteren de la situación real.
Poco tiempo después Armando y Mario creen que Betty y su mejor amigo, Nicolás, podrían decidir apoderarse de las dos empresas, y para ganar la lealtad de Betty, deciden que Armando debe enamorarla en secreto.
Sin embargo, con el paso del tiempo Armando verá en Betty algo más que una mujer fea y le da un giro a la historia, que estará acompañado de sufrimiento, desengaños y una nueva relación.