La Feria de Arte y Antigüedades se tomó el patio y los pasillos de la Institución Universitaria de Bellas Artes y Ciencias de Bolívar, Unibac.Desde ayer y hasta el domingo 27 de marzo, Cartagena puede apreciar en el patio de Bellas Artes una colección de objetos históricos en mármol como columnas, floreros, lámparas y bustos de hombres y mujeres, entre otros.
Entre estas valiosas piezas, se destaca un San Antonio de pie, figura en tamaño de un metro con veinte centímetros, esculpido por el antioqueño Antonio Tobón Mejía, a finales del siglo XIX. También pellizca la curiosidad de los asistentes un busto de mármol de una dama antigua, sonriente, vestida con un traje de escote y adornada con rosas de color mandarina.
En la muestra también hay cuadros y entre los pintores que los exhiben están Heriberto Cogollo, Alfredo Guerrero, Jaime Carrasquilla y Arnulfo Luna, todos cartageneros y egresados de Bellas Artes.
En la feria, que está abierta de 10 a. m. a 10 p. m., participan dos anticuarios de Barranquilla y el evento no solo es para el intercambio y comercio de antigüedades, sino también a la restauración.
Desde 1991La organizadora de la feria, María del Socorro Pinzón maneja un anticuario desde 1991, con cortos tiempos de suspensión. Ella recuerda con gratitud que los pioneros de estas actividades fueron unos parientes del expresidente Mariano Ospina, que habían montado un anticuario en Las Bóvedas en la década de 1980.
“Soy una persona que tiene ojo y gusto para escoger las cosas. Desde muy joven la decoración ha sido mi pasión. Le he dado importancia a los objetos de la época de nuestras abuelas para preservar la memoria, como, por ejemplo, un aguamanil, mueble triangular donde ponían las tinajas en las casas”, dice.
Precisamente María del Socorro comenzó su pasión por estas ferias con un típico aguamanil, que hace parte del lavamanos y su simbolismo en las ceremonias religiosas, además tiene representaciones en Oriente, Europa y la América precolombina y un baúl de madera en la Plaza de San Diego, diagonal a lo que es hoy el Hotel Santa Clara. Recuerda que los amantes y los coleccionistas fueron dejándole sus objetos antiguos en consignación.
Pasaron los años y el aprecio por los objetos antiguos creció en Cartagena, al punto que se nombró la calle que comprendía desde la calle Ricaurte hasta la Plaza de San Pedro Claver como Calle de Anticuarios. Entonces confluían en esa calle anticuarios de Barranquilla y de Bogotá. Y se realizaba una feria anual en la Casa del Marqués de Valdehoyos y en el Museo Naval. Existían 17 anticuarios y se viajaba con frecuencia a Cuba a comprar artículos. De esa época solo quedan tres anticuarios en la Heroica.




