El Rey del Trabalenguas ha muerto, pero su música no. El músico Eliseo Herrera (Cartagena 24 de junio de 1925-Cartagena 4 de marzo de 2016), es un patrimonio musical de Cartagena y Colombia. Un infarto en la madrugada del viernes se llevó a sus 90 años, a uno de los grandes músicos populares de Colombia, en su casa de la calle Pasos de Abadía del barrio Torices. Su música no dejará de resonar en la memoria palpitante de la ciudad y el país.
A las 11 de la mañana de hoy lunes se cumplirán sus exequias. Habrá una calle de honor en la funeraria Lorduy en donde es velado el artista. En esta ceremonia participarán los Lanceros de las Fiestas de la Independencia: Michi Sarmiento, Mildred Figueroa y el Docto Medrano. Eliseo Herrera será sepultado en Jardines de Cartagena. Una romería de amigos, familiares y admiradores del músico le rindieron un homenaje en la mañana del domingo en el Coliseo Bernardo Caraballo, con la presencia del alcalde Manolo Duque.
Bertha Arnedo, directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), dijo a El Universal que “a través de la institución organizaremos una serie de actos que harán visible el perfil humano y artístico de Eliseo Herrera en la Red de Bibliotecas Comunitarias y Pública s de Cartagena, para que la comunidad infantil y juvenil tenga sentido de pertenencia del legado del artista. Habíamos previsto para este Mes de la Mujer, una agenda de perfiles valorativos de mujeres cartageneras en sus respectivas localidades, destacadas en la música, en la danza, en el arte, etc”.
Así empezó todo
Desde niño Eliseo Herrera tuvo una fascinación por los trabalenguas que aprendió de Eufrosina Junco, de Bocachica. A los doce años, Rafael Cubas Tatis lo oyó cantar y le enseñó a tocar la guitarra. Fue descubierto por su voz cuando trabajaba en Colpuertos.
“El jefe de personal del Terminal Marítimo de Cartagena, Marcos T. Barros, quedó perplejo, hacia 1961, cuando escuchó la voz de uno de los trabajadores del puerto cantando cosas extrañas, algo que él nunca había oído”, cuenta Jota Flórez Jaramillo.
“Era una voz fuerte, entonada, y lo que decía eran cosas ininteligibles, como si estuviera cantando en una lengua africana”.
El dueño de esa voz, que tenía ya 37 años, se asustó tanto cuando el jefe lo llamó por su nombre. Eliseo Herrera llegó a su oficina y, en vez de un regaño, se encontró con un abrazo de felicitación. “¿De dónde sacaste esas cosas tan raras?”, le dijo el jefe de personal, quien lo llevó donde Toño Fuentes, Así empieza su vida exitosa como músico.
Estación Eliseo Herrera
Una de las iniciativas simbólicas y ciudadanas que han surgido junto a la serie de homenajes a Eliseo Herrera es la de bautizar una de las estaciones de Transcaribe, con el nombre del gran músico. La idea será liderada por el IPCC para que a través de las instancias políticas se logre ejecutar. La heredad musical de Eliseo es inmensa: Es la voz que hizo felices a más de cuatro generaciones, con canciones como “La matica de mafafa”, “El pájaro picón picón”, “Culebra cascabel”, “El vampiro”, “La adivinanza”, “Tingo al tango”, entre un centenar de composiciones.
A él le debemos la gracia rítmica de canciones inolvidables que marcaron una época célebre de nuestra música folclórica y popular, pero que aún mantiene vigencia en el tiempo. Nos referimos a canciones como “Tamborito de carnaval”, “Tres tristes tigres”, “Tingo al tango”, “La yerbita”, entre un centenar de composiciones ingeniosas, bailables, humorísticas.
Lo que nos deja
Eliseo Herrera integró el legendario grupo Los Corraleros de Majagual y representó al país en el exterior. En los años 80, recibió la Estrella de Oro, por parte de la emisora Radio Matinal. Sus temas han sido grabados por orquestas como las de Wilfrido Vargas, Juan Luis Guerra, Barranco y Billo’s Caracas, y su prestancia musical alcanzó hasta para que el famoso director de orquestas francés Frank Pourcel interpretara y difundiera uno de sus temas: ‘La burrita”.
Vivía en el barrio Torices de Cartagena, junto a sus 11 hijos, sus 55 nietos, sus 15 bisnietos y una legión de amigos.
