El locutor y periodista, Edwin Arrieta Baquero, quien en su momento a través de Olímpica Stereo fue el principal propulsor en la región del legado del cantautor Calixto Ochoa, dijo que la muerte del artista es una pérdida irreparable.
“No solo la localidad de Valencia de Jesús (Cesar), en donde nació él, va a llorar su muerte, sino Sincelejo y todo el país porque sus canciones llegaron al corazón de los amantes de la música vallenata y enriqueció el folclor colombiano”, enfatizó.
Arrieta Baquero, quien tuvo la oportunidad de promocionar los trabajos discográficos de Ochoa por todas las ciudades de la Costa Caribe colombiana, recordó que el “Cali”, vivía de las regalías que le dejaban sus casi mil 500 canciones grabadas.
Él dejó de grabar discos por allá en el año 1.999, cuando se dio cuenta que su último trabajo discográfico, llamado “El Baile del Trompo” y que contenía diferentes ritmos característicos de él, no pegó, pese a tener todos los contactos y la promoción necesaria.
Él quería imponer un nuevo ritmo, el ritmo del trompo, en una canción en donde indicaba como se bailaba, pero después de esta experiencia, decidió no grabar más discos y empezó a ceder sus temas a otros artistas, como Wilfrido Vargas, quien le grabó “El Africano”, que le dejaba regalías en dólares.
“Calixto, quien siempre consideró como su mayor éxito esta canción, tenía en la ciudad de Miami a una amiga llamada Gloria, de mucha confianza y quien le recaudaba las regalías en dólares y se las enviaba a Colombia”, puntualizó Arrieta Baquero.

