Concentrarse en asuntos espirituales antes de funciones y conciertos parecen manifestaciones comunes de su sentido espiritual.
Sin embargo, también los hay ateos, cómo no. Uno de ellos es el poeta Jaime Jaramillo Escobar. El autor de Sombrero de ahogado, dice:“No me gusta manifestar publicamente las cosas de religión ni de política, porque son las cosas que llevan al fanatismo. Pero creo que la ciencia es la que nos guía. Es la que nos enseña lo que deseamos saber”.
Farley Velázquez
El director del teatro La Hora 25, dice: “no hay personas más religiosas que los teatreros. Nos acordamos de Dios en los momentos difíciles y en los dichosos. Antes de cada función, los actores y yo oramos, respetando la idea que cada cual tenga Dios. Consideramos que el teatro es un encuentro de cuerpo, mente y espíritu. Decir que Dios no existe es negar el sentido a lo humano. Dios es la idea de lo bonito del ser humano. La cara de Dios es la Naturaleza.
Me gustan los templos. El teatro no está lejos de los rituales de Semana Santa”.
Juan Manuel Roca
“Yo creo en la naturaleza, en un diálogo que también es monólogo porque somos naturaleza. Soy un sembrador irredento. Durante todo el año y en el lugar menos pensado me gusta sembrar árboles, de los que da testimonio mi calle. He llegado a pensar que esa es mi forma de rezar, un tanto agnóstica. Pero sin ser practicante de ninguna religión creo, a veces muy a mi pesar, que esto tiene un rasgo cristiano que algunos intérpretes explican como la unión de dos mundos, tierra y aire. Mis rituales en Semana Santa son caseros. Siembro una planta, algo que hago lo mismo en carnaval que en cuaresma, oigo algún negro espiritual, una música que condensa esa doble condición, no voy a ninguna iglesia, no acompaño los ritos católicos. Ahora hasta dan misa en los centros comerciales e invitan a los feligreses a dudar entre el bien y el Mal. Comulgo con el silencio, no voy a ninguna procesión, porque ella ‘va por dentro’”.
Cecilia Espinosa
“Creo en Dios, como en la fuerza de un ser superior, necesario en el desarrollo del mundo y de la evolución humana, desde nuestro origen, en el agua. Artífice de lo que ha pasado desde el momento del estallido inicial del que provenimos todos. Para la música, Dios es muy importante, porque muchos artistas se han inspirado en la idea un ser superior para dejar un legado muy grande. Un acerbo vital, sin el cual no podría vivir. Antes de un concierto me concentro en los seres que quiero y en la música misma”.
Alberto Sierra
“Tengo una huella profunda de religiosidad porque yo estudié en el Seminario. No soy asiduo a ningún templo. Me gustan los rituales: son manifestación pública de la fé . Creo que la Iglesia católica es la única que ha dejado rastros urbanos con sus templos. La La fé necesita de la estética, así como en otras religiones necesitan del terror”.
