Joaco era un artista en su caminao, en su forma de hablar y en la manera como componía y cantaba sus canciones.Era un romántico costumbrista, un arenalero de cepa, que siempre le cantó a su terruño, de ahí que el himno de Arenal lleva su rúbrica.Ganó casi todos los Festivales en la Costa. Hablaba con un don único, porque tenía el don de la palabra. Muy pequeño lo conocí cuando fue a jugar béisbol en el estadio Andrés Fernández Visbal de Arenal.Me encantó su estilo para jugar la primera base, su tumbao, su salsa. Jugó con Lesa, Colpuertos y Arenal, selección a la que llevó al título.Con el correr del tiempo, cuando él se adentró en la música, me hice amigo de Joaco. Un tipazo, un conversador, pero sobre todo un versátil en la música. Compuso más de 200 canciones. En tarima era excepcional. Verseaba con rima.Compuso en todos los ritmos y géneros y sus canciones se pegaban. La canción Samba en Palenque fue la que lo llevó al estrellato. El abogado Orlando Vanegas, Andrés Hernández y Arleth Hernández interpretaban sus canciones inéditas en los Festivales. Y donde llegaban barrían, precisamente por la pluma fluida, genial y elegante que tuvo Joaco.El amigo, con su aguaje, cogió sus motetes, Dios lo llamó al cielo. Joaco murió a los 63 años en la Clínica Blas de Lezo. Me conmovió su partida, porque siempre fui un admirador de su talento. Fue un ganador. Arenal está de luto, su hijo mayor, su compositor, partió al cielo. No volverá jamás. Pero su legado cabalgará a través de los años y su presencia, la de ese flaco estilista y aguajero, siempre vivirá con nosotros.Su sepelio se realizará este jueves en Jardines de Cartagena.Adiós al compositor de Arenal.ESCUCHE SAMBA EN PALENQUE Joaco Torres y un trofeo por ganar el Festival de Mahates. ARCHIVO