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Cultural

"La perrita abogada", cuento ganador del Concurso de Narración Oral

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Este cuento fue escrito y contado por la niña Isabel Sofía Rangel Pinzón, de 8 años, ganadora en su categoría del Concurso Estudiantil de Narradores Orales.

 

Un día en una mañana la perrita Linda se convirtió en abogada y no lo podía creer.

No lo podía creer no porque no hubiera estudiado, no, ella estudió sus cinco años en la universidad y se ganó su título.

Corrió por su vecindario a decirles a todos sus vecinos que se convirtió en abogada para ver si la contrataban y así fue.

A la mañana siguiente la perrita Linda se levantó muy temprano y su dueña María salió a comprarle una corbata para ir al trabajo.

La perrita Linda llegó casi tarde, pero no llegó tarde, y ella pensó que era fácil, pero no era fácil.

Un día llegó un caso nuevo a la oficina de la perrita abogada, se trataba de un oso mielero que quería demandar a todos los humanos por haberse comido su miel. El caso se lo dieron a la perrita abogada y ella se sintió muy feliz, tanto que dio volteretas en el aire.

Ella pensaba que el caso era fácil, pero no lo era. Pasaron tres días y no había podido resolver el problema.

En el primer día ella habló con los humanos para ver porqué le estaban acabando la miel al oso. Los humanos le respondieron que no tenían nada que ver ahí, porque ellos siempre cuidaban el medio ambiente para las abejas y ellas siempre les daban un poquito de miel.

En el segundo día la perrita abogada habló con las abejas para ver si ellas le hacían un poquito de miel al oso. Las abejas dijeron que no porque ellas se demoraban casi diez días haciendo un poquito de miel para que el oso viniera y se las fuera a quitar; así que dijeron que si el oso quería su miel tenía que trabajar para ellas.

El tercer día la perrita abogada habló con el oso para ver si él trabajaba para las abejas y así ellas le dieran un poquito de miel.

El oso dijo que no, porque siempre que iba a coger un poquito de miel le picaban la nariz. Como habían pasado tres días sin resolver el caso ella estaba muy preocupada, así que se lo contó a su dueña María. María le dijo que si daba un paseo se le ocurrirían nuevas ideas. Y así fue.

Se le ocurrió la idea de que el oso y las abejas se convirtieran en amigos para que el oso trabajara para las abejas y las abejas le dieran un poquito de miel. Y lo logró. Y así la perrita abogada se convirtió en la mejor perrita abogada del mundo. 

"La perrita abogada", cuento de Isabel Sofía Rangel Pinzón. Cortesía
"La perrita abogada", cuento de Isabel Sofía Rangel Pinzón. Cortesía
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