El estado de Washington no tiene leyes que gobiernen ese tipo de descubrimientos. Y Jack Horner, del Museo de las Rocallosas y la Universidad Estatal de Montana, dice que eso se aplica en todo Estados Unidos. "A los estadounidenses les gustan sus terrenos privados", dijo Horner, uno de los paleontólogos más famosos del país. A los habitantes no les gusta que haya leyes que restrinjan los derechos de los dueños de tierras, ni siquiera para proteger artefactos históricos, dijo. El dueño del sitio en cuestión decidió donarle el colmillo al Museo Burke de Historia Natural y Cultura en la Universidad de Washington, justo como Horner hubiera querido. Es un hallazgo relativamente inusual y debería ser preservado por razones educativas, para que los niños sepan que los mamuts vivieron alguna vez en el área de Seattle, agregó. "Muchas veces la gente piensa que esas cosas valen mucho dinero", afirmó. Su valor verdadero es educativo, no la suma por la que alguien pueda vender un colmillo en eBay, señaló. Mientras paleontólogos y estudiantes de posgrado comenzaban a excavar cuidadosamente la tierra alrededor del colmillo el jueves por la tarde, la directora ejecutiva del museo, Julie Stein, dijo que ha sido una experiencia excelente trabajar con la empresa AMLI Residential. Scott Koppelman, vicepresidente de AMLI Residential, dijo que después de que contratistas hallasen el fósil unos siete o nueve metros (25 a 30 pies) bajo el nivel de la calle, la compañía inmediatamente pidió la ayuda del museo Burke. Cuando se enteraron del descubrimiento, la primera reacción de los funcionarios de la compañía fue pensar en el beneficio para la comunidad, dijo Koppelman. "La excavación va a causarnos algunos retrasos en la construcción. Pero los beneficios científicos y educativos de este descubrimiento claramente tienen mayor importancia que costos y demoras. Es un hallazgo emocionante para nuestra historia local en el noroeste", agregó. Los mamuts vivieron en todo Estados Unidos y Europa en tiempos prehistóricos, pero encontrar un colmillo u otra parte de esos animales es algo inusual, dijeron Horner y otros expertos. Allyson Brooks, funcionaria de preservación del estado de Washington, dijo que la situación habría sido diferente si los trabajadores de construcción hubiesen hallado restos humanos u otros objetos arqueológicos de valor, porque el estado tiene leyes para esos casos. Con los hallazgos paleontológicos, el dueño de la tierra puede hacer lo que desee: destruirlos, donarlos, venderlos o ignorarlos, dijo Brooks.
