Paolo Buggiani ha llegado a la I Bienal de Arte de Cartagena con una escalera de fuego de cinco metros que tiene asustados a los policías. No ha sido fácil explicarles a los transeúntes y a los agentes, que a lo largo de su vida él ha pintado con fuego los cielos del mundo y ha erigido esculturas efímeras que se apagan en breves minutos, ofreciendo un espctáculo visual cuya belleza perdura a través del gesto, la fotografía y el video.Hace tres años llegó a la Bienal de Venecia en una bicicleta que aleteaba en fuego.
El artista moldea el lenguaje del fuego y construye figuras instantáneas e inolvidables. Su obra se toma los espacios abiertos de las ciudades e involucra la creación de varios elementos: sus máscaras de lagarto o pájaro, las alas de ángel en las bicicletas, el cuerpo que parece levitar en las llamas. Sus imágenes zoomórficas pueden verse iluminadas bajo el resplandor del fuego.Paolo es un caso excepcional, pero su excentricidad artística tiene una amplia trayectoria en el mundo: en 1979 se elevó con unas cuerdas en las Torres Gemelas en Nueva York y empezó a echar bocanadas de fuego desde el aire. Tremenda premonición.
La imagen de sí mismo en ese instante estético, arriesgado y vertiginoso lo hizo él mismo con una cámara puesta en un extremo de la calle: la cámara captó la inmensidad de las torres y su cuerpo horizontal suspendido en las cuerdas y el cielo brillante y azul, con pocas nubes deshilvanadas. El fuego de su acción artística fue una premonición histórica: las torres serían arrasadas por el fuego veintidós años después. Queda para la eternidad el desafío de un artista que utiliza su cuerpo aún flexible a sus ochenta años.
De veras que no he conocido a nadie con una vitalidad y una sed de crear que Paolo Buiggiani. Fue él quien me enseñó en un instante a utilizar la sombra y la luz dirigida en un aposento para crear una atmósfera escénica. Para esta acción artística lleva siempre dos botellas de gasolina, unas máscaras de hojalata que él mismo ha diseñado y evocan a antiguos guerreros romanos. Mientras pinta y esculpe, en las treguas del día arma con una velocidad inaudita pequeños y medianos dinosaurios que pinta con soplete con colores vivaces.Su obra está en el Museo de Arte Moderno de Roma y se encuentra en colecciones privadas en el mundo. Es el artista del fuego en los inolvidables Festivales de Música del Caribe en Cartagena.
Sus instalaciones de fuego en espacios abiertos son célebres en el mundo: sus dinosaurios, sus lagartos y figuras zoomórficas llenan de luz instantánea los escenarios del mundo. Su escalera desafía el silencio de las nubes.
Señal
Ganó en 1968 un premio Guggenheim por la escultura en América.Su obra está en el Museo de Arte Moderno de Roma y se encuentra en colecciones privadas en el mundo. Es el artista del fuego en los inolvidables Festivales de Música del Caribe en Cartagena.




