“Me volví alérgica a Fidel Castro”. Con esta simpática frase la polémica bloguera cubana, Yoani Sánchez, se ganó el primero de un sinnúmero de aplausos de los asistentes a su conversatorio, en el Teatro Adolfo Mejía.
Afuera del recinto había una manifestación de seguidores del régimen socialista, quienes sostenían carteles grandes que decían: “Yoani miente”. Ellos estuvieron desde que se inició hasta que concluyó el evento de Hay Festival.
Sin embargo, dentro del teatro el ambiente era muy distinto. El lugar mostraba un lleno absoluto y los asistentes se veían ansiosos porque empezara la actividad, moderada por el periodista estadounidense y reportero de guerra, Jon Lee Anderson.
La primera pregunta del escritor parecía muy sencilla, trataba de que Yoani se definiera: “Me gusta definirme como una ciudadana. Esa es la manera en que una autoridad o un policía te llama: ‘Ciudadano, por favor. ¿Qué está haciendo? No puede entrar aquí, no está bien’”, dice la periodista.
Durante la charla, contó que fue educada en un ambiente tradicional. Sus padres pensaban que todo lo negativo que pasaba en Cuba sucedía a espaldas de Fidel Castro. Yoani es de la generación que cree que sí lo sabía.
“A veces uno se vuelve alérgico a un medicamento por exceso de uso, pues bien, yo creo me volví alérgica a Fidel, por exceso de presencia. En las decisiones importantes que marcaron mi infancia y adolescencia él siempre estuvo presente”, agrega.
Dice sin tapujo que el oficialismo ha sido muy duro con ella. Incluso a través de los medios de comunicación el Gobierno se ha valido de su investidura para desprestigiarla frente a los cubanos. Aunque esto le importa poco, ahora tiene más seguidores por fuera y dentro de Cuba.
“Lo que no saben es que esa es publicidad valiosa. Sus críticas han generado en la población dudas, la gente quiere saber quién es esa persona que supuestamente es tan mala. Así que vivo con eso”, dice.
Asegura que es muy difícil vivir en un país donde Raúl Castro es dueño y señor de todo: del hotel donde pasas vacaciones, el hospital, la escuela. De modo que la mejor vacuna para sobrellevar ese mal, es el humor.
CON LAS UÑAS PUBLICA SU BLOG
Es sorprendente que un blog que haya sido galardonado con el Premio de Periodismo Digital Ortega y Gasset, sea uno de los más visitados y se haga con la uñas, o mejor, con creatividad.
“Le toca a uno volverse creativo y la palabra creatividad es muy bonita, pero muy dramática en el fondo. Porque la creatividad es la posibilidad de abrir una ventana cuando las puertas están cerradas y yo me pregunto, ¿Por qué no podemos encontrar esa puerta abierta?”.
Cuba es el país con el índice de conectividad más bajo del imperio occidental, de modo que Yoani tiene que hacer, por lo menos, cuatro textos antes de ir a cualquier hotel a subirlo a la web.
Hay otro problema, el internet es carísimo. Según Yoani, el valor de la hora es así como la tercera parte de un salario mensual.
Pese a que le va muy bien con su blog, sueña con hacer un periódico y cree que este es el mejor y el peor momento para hacerlo.
“Es el peor porque es ilegal, porque las imprentas están muy custodiadas, porque jamás podríamos poner una publicación crítica en un kiosko de algún barrio, además de la precariedad material y todo eso. Pero también es el mejor momento porque lo prohibido atrae”.
Cuando estaba por finalizar el conversatorio, el moderador preguntó si habían preguntas dentro del público y todos fueron elogios para la bloguera. Con la excepción de una participante que le preguntó a quién admiraba. Según la asistente, es muy fácil ser disidente. La pregunta provocó el rechazo de la mayoría del público.
“No tiendo a seguir líderes, yo sigo ciudadanos (el auditorio rompió en aplausos). No tengo paradigmas, a todo el mundo le encuentro su luz y su sombra. Pues bien, ¿A quién sigo? A la persona más sincera, a muchos periodistas, presidentes no tengo ninguno como referente. Lamentablemente, creo que la política es el camino del cinismo y no soy cínica”, concluyó la cubana entre ovaciones.
