Con aplausos, emotivas frases de reconocimiento que por momentos se convirtieron en lágrimas, dedicadas al fallecido escritor mexicano Carlos Fuentes, fue inaugurada este sábado la XVI Feria Internacional del Libro en la ciudad mexicana de Guadalajara (oeste).
"Una silla está vacía en la FIL", dijo el escritor mexicano Fernando del Paso provocando un sonoro y largo aplauso del millar de personas reunidas en el auditorio principal de la feria, que a partir de este sábado llevará el nombre de Carlos Fuentes, autor de "La región más transparente" y "La muerte de Artemio Cruz", entre otras novelas.
"Una silla está vacía en esta FIL 2012, quien la ocupaba sigue recorriendo sus pasos hasta dar con la semilla inagotable de sus letras", continuó Del Paso al leer un texto salpicado de citas de Fuentes.
En alguna edición pasada de la FIL, Fuentes respondió ante la pregunta de cuál de sus personajes sería su favorito: "me la pone difícil, quiero a Consuelo, estoy enamorado de Aura, pero también quiero al cabrón de Artemio Cruz".
Los dos primeros personajes corresponden a su libro "Aura" y el segundo a "La muerte de Artemio Cruz", ambos publicados en 1962. La tarde de este sábado será presentado su libro póstumo "Federico en su balcón" como parte de los homenajes que se llevarán a cabo en esta feria después de su muerte en mayo pasado a los 83 años.
"Ninguna silla está vacía en esta FIL, la silla principal, la del Águila, la principal de la Feria Internacional del Libro, la ocupa Carlos Fuentes, quien escribía porque al hacerlo era feliz, y sabía, y así lo dijo, que el tiempo de la escritura era finito e infinito el de la lectura", concluyó Del Paso aludiendo a uno de los últimos libros publicados por Fuentes, "La silla del águila" (2003).
El presidente de la FIL, Raúl Padilla, fue aún más emotivo. Con voz quebrada por un llanto ahogado leyó un breve mensaje escrito para el autor de "Aura" desde el presídium, en el que se encontraba también Silvia Lemus, segunda y última esposa de Carlos Fuentes.
"Porque en tu proyección confiaste en que la cultura salvará México, sin soslayar su pasado y presente, porque tu pensamiento y labor hoy dan ya frutos (...) por ello y por el profundo afecto que te tenemos, ésta es tu feria", alcanzó a decir Raúl Padilla con gran esfuerzo para no romper en llanto abierto.
El nicaragüense, Sergio Ramírez, la mexicana Elena Poniatowska y la argentina Luisa Valenzuela se sumaron a los varios homenajes preparados para Fuentes en esta feria y lo definieron como alguien que se convirtió en un puente entre los países iberoamericanos.
"Venía mucho a Argentina como si fuera su segunda casa, Carlos tenía o debía tener muchas casas", dijo Valenzuela al hablar de Fuentes como alguien que "tenía facetas más numerosas que un diamante, con destellos sublimes y una enorme generosidad literaria".
Fuentes fue el único escritor capaz de expandirse "superar el océano que nos separa de Europa, lo logró en sus Terra Notra de 1975 y Cristobal Nonato de 1987; se la jugó con una obra infinita que rebasa a México", indicó de su lado Poniatowska, quien saltó a la fama con "La noche de Tlatelolco".
Este año la FIL tiene como país invitado a Chile, que envió a México una delegación de 350 personas, entre autores y profesionales de la industria editorial.
"Hemos venido aquí a hacer una invitación al mundo hispano hablante para que conozca la riqueza editorial y cultural de Chile(...) La literatura es la mejor manera de conocer un país sin poner nunca un pie en su territorio", dijo en la ceremonia el ministro de Cultura chileno, Luciano Cruz-Coque.
Entre los autores chilenos ausentes chilenos destacan Isabel Allende y Marcela Serrano, que antes de ser invitadas por el gobierno de su país a la feria hicieron público que no aceptarían el convite, mientras que otros seis escritores, entre ellos Alejandro Jodorowsky y Antonio Skármenta, rechazaron venir a México por estar en contra del gobierno chileno del derechista Sebastián Piñera, comentó a la AFP una fuente del Ejecutivo del país sudamericano.
