Esthercita Forero era un ícono de la música del Carnaval de Barranquilla. Queda su gracia y Con música y honores nacionales, Barranquilla y el país despidieron a la gran cantautora Esthercita Forero.
Ahora su nombre será una de las estaciones de Transmetro de Barranquilla. Pero su música permanecerá viva en la memoria de los colombianos, como lo ha sido siempre, desde que empezó a debutar como cantante y compositora.
La música de Esthercita Forero es eterna porque habla de la vida, los amores y la gracia de vivir, además de darle un sentido maravilloso a las tradiciones carnavalescas. ¿Quién no ha bailado La Guacherna? ¿Quién no se ha conmovido escuchando La luna barranquillera o Volvió Juanita? Su música es nostalgia viva, arte legítimo que nos convida a ser alegres y felices, a pesar de todos los dramas humanos.
Totó la Momposina la despidió con música, recordando que la artista célebre por sus canciones sobre el Carnaval de Barranquilla, vivirá en la memoria de los colombianos.
Sus canciones tienen un aliento poético, un profundo arraigo popular y una nostalgia sembrada en la memoria vivencial del Caribe.
Esthercita legó al patrimonio musical colombiano canciones como "Mi vieja Barranquilla" (1974), "Luna barranquillera" (1963), "La Guacherna" (1976), "Volvió Juanita" (1978), "Palito 'e matarratón" (1964), "Tambores de Carnaval" (1978), "Nadie ha de saber" (2002), "El hombre del palo", entre otros.
Las autoridades de Barranquilla y el sector cultural del Caribe y el país, participaron en los honores póstumos a la artista.
La Fundación Carnaval de Barranquilla recordó que “Esthercita fue fundamental en el Carnaval barranquillero, en especial la noche de Guacherna, el gran desfile nocturno que ella inmortalizó con su celebre canción ‘La Guacherna’.
“Esthercita deja una huella imborrable, sus canciones dedicadas a Barranquilla son el mejor reflejo del amor por la ciudad y a través de ellas logró que todos, propios y extraños amenos nuestra ciudad”.
“Esthercita Forero es un nombre muy importante en materia de música vernácula del Caribe colombiano. La esencia poética de sus composiciones tiene el más alto significado en la dilatada memoria de nuestras nostalgias, no obstante su apariencia frágil y su bondad superlativa, aspectos que han contribuido a mitificar una circunstancia bastante alejada de su forma de sentir y de dar respuesta a las vicisitudes de su vida, tantas y tan variadas que, conocerlas en detalle, aumentaría aún más el grado de asombro y de cariño que los barranquilleros sentimos por ella y por los actos de su inteligencia”, dijo el escritor y autor de una semblanza biográfica de la artista, Álvaro Suescún.