Harold Santiago Osorio de 23 años, salió el 31 de enero a una rumba que se prolongó por 4 días. En un burdel del barrio Belén, en el occidente de Medellín, bebió alcohol y tuvo encuentros sexuales sin tener en cuenta que al final tenía que pagar por los servicios del lugar.
Al pedir la cuenta, el joven debía pagar un total de 11 millones de pesos, suma que no tenía, por lo que decidió fingir su secuestro para así obtener el dinero.
Osorio envío un mensaje de Whatsapp a la mujer para quien trabajaba como chofer, exigiendo 15 millones de pesos por su rescate y por la devolución del carro.
La mujer asustada e incrédula logró reunir el dinero y cumplió la cita que el joven le puso el día 8 de febrero en el barrio Belén para hacer la entrega del dinero a los supuestos secuestradores, pero antes de ir, la mujer denunció el hecho a la Fiscalía.
Osorio llegó al encuentro en compañía de tres personas, “los secuestradores”, y en el lugar fueron capturados por el Gaula de la Policía Nacional.
Los acompañantes resultaron siendo empleados del burdel, quienes fueron enviados a recoger el dinero de la deuda, por lo que no se les imputaron cargos y fueron dejados en libertad.
Contrario a esto, Osorio no aceptó los cargos por tentativa de extorsión agravada; sin embargo, el Juzgado 31 Penal de Medellín, dictó medida de aseguramiento en un centro carcelario mientras avanza el proceso.
