Otro comentario del presidente Juan Manuel Santos sobre el proceso de paz con las Farc volvió a alborotar las dudas sobre las conversaciones en La Habana. En esta oportunidad aseguró que sería necesario aumentar los impuestos si no se firma el acuerdo con la guerrilla.
“Se ha dicho que vamos a subir los impuestos para pagar la paz. Todo lo contrario, si llega a continuar la guerra, ahí sí tenemos que subir los impuestos para financiar la guerra, porque las guerras son muy costosas”, afirmó el presidente en una entrevista con el programa Conversemos de Economía, del Canal Institucional.
La semana pasada el mandatario había advertido, durante el Foro Económico Mundial capítulo Latinoamérica celebrado en Medellín, que, de acuerdo con “amplísima información” de inteligencia, las Farc están preparadas para “una guerra urbana” si no se alcanza un acuerdo.
EL COLOMBIANO consultó con dirigentes y expertos si estos pronunciamientos obedecen a improvisaciones o a estrategias con clarosintereses.
Una mala estrategia
El senador Alfredo Rangel, del Centro Democrático, indicó que “el presidente Santos se ha dedicado en los últimos días a acumular amenazas en contra del pueblo colombiano para inducirlo a votar positivamente, de un modo tramposo, el plebiscito”.
“No es aceptable que use el recurso del chantaje y del miedo para lograr la aprobación de esos acuerdos”, agregó el parlamentario.
Según Rangel, estas “amenazas” hacen parte de una guerra sucia. Posición en la que coincidió Oscar Iván Zuluaga, director de esa colectividad, quien dijo que el presidente “nos está extorsionando” con más guerra y con desequilibrio económico.
Zuluaga garantizó, además, que los impuestos que impondrá el Gobierno no son a causa del conflicto sino de la deuda a la que ha llegado a causa de “la mermelada”.
De acuerdo con el expresidente y senador, Álvaro Uribe, “esta reincidencia intimidatoria del presidente de la República implica o que la situación es muy grave o que él a todo trance, intimidando a los colombianos, quiere que se apruebe todo”.
Al respecto, el procurador Alejandro Ordóñez indicó que “es indudable que esta es una guerra psicológica: usar el terror y el miedo para apoyar decisiones políticas”.
El procurador advirtió además que los discursos del presidente son “un chantaje para imponer determinadas decisiones que vienen en La Habana”.
Una simple verdad
Contrario a lo expresado por la oposición, Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la U. Nacional, aseveró que el mandatario tiene razón, que es un hecho que si no hay un acuerdo de paz habrá más guerra.
“Si esto fuera una amenaza lo mismo podría decirse de la oposición cuando dice que si se firma el acuerdo de paz generará nuevas violencias”, anotó Vargas, quien agregó que el presidente hace esos comentarios de manera espontánea de acuerdo a información que conoce, pero que no cree que obedezca a una estrategia con un fin específico.
En su opinión está bien que el Gobierno posponga la reforma tributaria para después del plebiscito, porque serían dos discusiones pesadas para los colombianos si se hacen al mismo tiempo, pero dijo que sin duda es algo que en algún momento tendrá que abordar.Innecesario
“Considero que no es necesario apelar a advertencias drásticas sino a una pedagogía de la esperanza para llegar a la paz y su refrendación, y estoy seguro que el pueblo colombiano hará una refrendación sabia, que corresponda a ese gran objetivo de todo el país que es lograr la paz”, acotó el senador Iván Cepeda.
Por su parte, la senadora Claudia López, del Partido Alianza Verde, anotó que “como se lo vengo diciendo al señor presidente, lo mejor es que se calle. Él evidentemente no es el mejor comunicador, entonces que nos deje a los demás hacer la tarea, porque tras cada imprudencia lo único que hace es generar temor, confusión, en un asunto que ya de por sí es complejo y difícil para la gente”.
