Desde tempranas horas del día hasta que se oculta el sol, trabajan los diversos organismos de socorro que intentan rescatar el cuerpo del pequeño Nicolás Gamboa Cuéllar, de dos años de edad, quien desapareció en las turbias aguas donde se unen los ríos Magdalena y Boque.
La comunidad entera se ha solidarizado con la familia afectada y desde autoridades gubernamentales, habitantes del sector, pescadores, organismos como Defensa Civil de municipios aledaños y Policía Nacional, han salido en chalupa río abajo intentando hallar algún rastro que los lleve a encontrar el cuerpo del menor.
“El viernes bajamos hasta Morales, sur de Bolívar, registrando todo el caudal del río pero no hallamos nada. El sábado desde las 6:00 de la mañana reanudaron labores y bajaron mucho más allá, hasta unas fincas, donde nos llegó un reporte de la comunidad que vio pasar algo pero resultó ser una bolsa de agua con basura”, explicó Marlene Cuartas, gestora social de Simití, quien se encuentra coordinando las labores de búsqueda.
Cerca de tres chalupas y decenas de motocanoas donde participan casi 50 personas entre voluntarios y comunidad en general, han removido las ramas y escarbado en las orillas del río, pero no se ha logrado obtener ninguna pista que permita encontrar a Nicolás Gamboa, quien se cayó de una chalupa en el puerto Cerro de Burgos.
*ANGUSTIA DE LA FAMILIA*
Entre tanto, la frustración, la angustia y el dolor crecen más y con el pasar de las horas se apodera de los familiares del menor de dos años.
“Pedimos la colaboración de las personas de la finca y veredas aledañas para que avisen si ven algo. Mi nieto llevaba una bermuda rosada, una camisa morada con rayas negras y rojas”, expresó Xiomara Bastos, abuela paterna del menor.
A su vez, la mujer dio a conocer a Vanguardia Liberal que su nieto sí llevaba chaleco salvavidas, pero que lastimosamente segundos antes se lo habían quitado pues se iba a bajar de la chalupa.
