La Novena de Aguinaldos avanza y este 20 de diciembre miles de familias en Colombia llegan al quinto día de esta tradición religiosa que antecede la Navidad. La jornada marca un punto clave del camino espiritual previo al nacimiento de Jesús y propone una reflexión profunda sobre la humildad, la oración y la entrega total a Dios.
En distintos hogares del país, la escena se repite: el pesebre dispuesto, el árbol encendido, las familias reunidas y el ambiente de recogimiento que caracteriza estas fechas. La Novena no solo es un acto de fe, sino también un espacio de encuentro, diálogo y unión familiar, acompañado por los tradicionales cantos, los gozos y las onces compartidas al finalizar la oración. Lea: Novena de Navidad, día 4: la esperanza que se transforma en alegría
Durante el Día 5, la intención central está orientada a fortalecer la vida espiritual a través de la oración entendida como un acto de abandono y confianza plena en Dios, siguiendo el ejemplo del Niño Jesús desde el seno de María.
¿Cómo se reza la Novena de Navidad el Día 5?
El orden tradicional inicia con la oración para todos los días, seguida de la intención correspondiente a la fecha. Luego se elevan las plegarias a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús, para finalizar con los gozos y los villancicos. En este quinto día, la reflexión invita a contemplar la humildad de Cristo y a reconocer la oración como un camino de sanación interior y paz para el alma.
A continuación, las oraciones y cantos correspondientes al Día 5 de la Novena de Aguinaldos:
Oración de la Novena de Aguinaldos – Día 5
“Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto amaste a los hombres, que les diste en tu hijo la prenda de tu amor para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio, yo, en nombre de todos los mortales, te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él, te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, suplicando por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente.
Gloria al Padre (tres veces).”
Intención del Día 5
La reflexión de esta jornada recuerda que Jesús, incluso antes de nacer, vivió en total sumisión a la voluntad de Dios. Desde esa fragilidad asumida con humildad, el Niño enseñó el valor del abandono, la obediencia y la renuncia al orgullo, considerado la raíz de todos los pecados. La invitación es a unir la propia oración a la del Niño Jesús, dejando de lado la vanidad y toda forma de autoexaltación, para que Dios sea el centro de la vida espiritual.
Oración a la Santísima Virgen María
“Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad mereciste que todo un Dios te escogiese por madre suya, te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo. Oh, dulcísima madre, comunícame algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardaste para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.”
Ave María (tres veces).

Oración a San José
“Oh, santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan soberanos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, que me abraces en fervoroso deseo de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.”
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración al Niño Jesús
“Acuérdate, oh dulcísimo Niño Jesús, que dijiste a la venerable Margarita del santísimo Sacramento y, en persona suya, a todos tus devotos estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: ‘Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado’.
Llenos de confianza en ti, oh Jesús, que eres la misma verdad, venimos a exponerte toda nuestra miseria.
Ayúdanos a llevar una vida santa para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de tu infancia la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a ti, oh Niño omnipotente, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que, en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.”
Cantos tradicionales del Día 5
‘Ven, ven, ven’
“Ven, ven, ven, ven a nuestras almas, Jesús… No tardes tanto.”
‘Dulce Jesús mío’
“Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven, no tardes tanto.”
Gozos de la Novena
“Ven, salvador nuestro, por quien suspiramos. Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.”
Los gozos se intercalan con cantos y pueden variar según la costumbre familiar, manteniendo siempre su estructura tradicional.

