Cristian Fernando Portilla Pérez se impuso en las elecciones atípicas para la Alcaldía de Bucaramanga y asumirá el mando de la ciudad por un periodo corto de dos años, hasta diciembre de 2027. Así lo confirmó el último boletín de la Registraduría Nacional, que con el 100 % de las mesas informadas lo declaró ganador del proceso extraordinario convocado tras la salida del anterior mandatario.
De acuerdo con el preconteo oficial, Portilla obtuvo 63.317 votos, equivalentes al 45,66 % de los sufragios válidos, una ventaja amplia frente a sus competidores. En segundo lugar se ubicó Carlos Enrique Bueno, exdirector de Tránsito de Bucaramanga, con 26.208 votos (18,90 %).
Seguido por el exconcejal Fabián Oviedo, quien alcanzó 20.640 apoyos (14,88 %). El candidato del Pacto Histórico, Humberto Salazar, cerró la votación en el cuarto puesto con 15.299 votos, que representan el 11,03 % del total.
Tras conocerse los resultados, el ahora alcalde electo expresó su emoción por el respaldo ciudadano y afirmó: “Las palabras de agradecimiento no alcanzan para expresar todo lo que siento en este momento.”
Un mandato hasta diciembre de 2027
El nuevo alcalde llega al cargo para completar el periodo constitucional en curso, que finaliza en diciembre de 2027. Su elección se produjo en un contexto atípico, luego de que Jaime Andrés Beltrán Martínez dejara la Alcaldía por una decisión judicial relacionada con doble militancia, adoptada por el Tribunal Administrativo de Santander y ratificada por la Sección Quinta del Consejo de Estado.
Portilla fue asesor cercano de Beltrán Martínez y su candidatura contó con el respaldo de colectividades como el Partido de la ‘U’, Cambio Radical y el Centro Democrático. Durante la campaña, su nombre estuvo asociado a la idea de continuidad administrativa, un mensaje que logró conectar con un sector importante del electorado bumangués.

Retos políticos y cuestionamientos superados
Antes de la jornada electoral, la aspiración de Portilla enfrentó un intenso debate jurídico. Ante el Consejo Nacional Electoral se presentaron más de 15 solicitudes de revocatoria de su inscripción, en las que se alegaban posibles inhabilidades relacionadas con su vínculo previo con la Alcaldía. Sin embargo, el organismo electoral concluyó que no existían irregularidades y avaló su participación en los comicios.
El respaldo de sectores políticos y de comunidades religiosas cristianas, a las que pertenecen tanto Portilla como su mentor político, fue determinante en la movilización electoral.
Ahora, con el resultado en firme, el nuevo alcalde deberá concentrarse en gobernar una ciudad que exige estabilidad institucional y resultados en un periodo de tiempo limitado.

