Los proyectos de generación son los que más retrasos reportan, especialmente los de origen renovable. En 2022 ingresó el 27,5% de la energía esperada, con contraste con el 2025, que apenas ha sido el 8,5% de suministro.
Los retrasos en los proyectos de generación eléctrica (térmicos, hidráulicos, solares y eólicos) están poniendo en riesgo la expansión del sistema eléctrico de Colombia y con ello aumentan las limitaciones para poder atender, de manera adecuada, la creciente demanda de energía en el país.
La presidente de Acolgen, Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica, Natalia Gutiérrez Jaramillo, revela que “desde hace varios años se vienen presentando retrasos significativos en la entrada en operación de los proyectos de generación eléctrica”, y detalla cuál es el panorama del último lustro: en 2021 solo ingresó el 7% de la energía esperada, pero ya en 2022, fluyó el 27,5% de ese potencial; en 2023, el 17,47%; en 2024, el 25,29%, y en lo que va del 2025 se quebró ese comportamiento promedio y entonces solo ha ingresado a operación el 8,5% de lo esperado a inicios del año.
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Este diagnóstico de la dirigente gremial se sustenta en datos de XM, el operador del Sistema Interconectado Nacional y administrador del Mercado de Energía Mayorista de Colombia.
Añade Gutiérrez que hay un rezago importante en la entrada en operación de proyectos de transmisión de energía eléctrica, a través de los cuales se transporta la energía desde las centrales de generación. De acuerdo también con información pública de XM, existen retrasos de hasta 13 años en infraestructura del Sistema de Transmisión Nacional y de 11 años en infraestructura del Sistema de Transmisión Regional, y ante atmósfera incierta, la pregunta básica es..., ¿por qué se retrasan los proyectos eléctricos en Colombia?
Acolgen identifica varias causas que Natalia Gutiérrez compendia en factores como los trámites de licenciamiento ambiental, que son lentos; la conflictividad social en territorio; los procesos de consulta previa, que son extensos; y la inseguridad en algunas zonas del país.
La representante gremial recuerda que “las empresas hacen las inversiones en los proyectos, a riesgo propio y con recursos propios, no con recursos del Presupuesto General de la Nación”, y en ese escenario se estima que las empresas ejecutan inversiones anuales cercanas a los 13 billones de pesos, para así garantizar la prestación del servicio, además de las inversiones ambientales y sociales.
Se le suma a ese camino pedregoso, la actitud pálida del Gobierno Nacional, con débiles señales de política pública, incluso contradictorias, que restan estímulos para nuevas inversiones.
El discurso oficial ha desincentivado el desarrollo de más plantas térmicas e hidráulicas, precisamente las que han garantizado que el país no se apague en los últimos 30 años”,
Presidente de Acolgen, Natalia Gutiérrez.
¿Qué implicaciones tienen estos retrasos?
El retraso de la entrada en operación de los nuevos proyectos, cruciales para la expansión del sistema eléctrico, tiene serias implicaciones económicas y de seguridad energética para el país, como secuela de un evidente déficit de energía firme, puesto que al no materializarse la capacidad de generación esperada, se incrementa directamente el riesgo de desabastecimiento eléctrico y la vulnerabilidad del sistema, en especial durante períodos de hidrología crítica (poca agua) o alta demanda de consumo.
Esta situación, por ende, no solo encarece la energía al depender de recursos más costosos, sino que afecta la confianza de los inversionistas para planificar proyectos productivos dentro del sector energético, y eso pone en riesgo la confiabilidad del suministro a nivel nacional.
Por lo tanto, ante este panorama, Natalia Gutiérrez prácticamente le pone los puntos a las íes al precisar que es indispensable asegurar la velocidad y el ritmo esperado de ejecución de estos proyectos, para mantener la estabilidad macroeconómica y la continuidad de los servicios esenciales que brindan las empresas, no sólo del sector energético, sino de toda la cadena productiva y de servicios del país en todos los ámbitos de la vida nacional.
Fuente: XM
“Es crucial un pronto plan para acelerar los proyectos de energía”: Isagen
Frente al titubeante panorama que se nos muestra desde el sector eléctrico del país para el abastecimiento nacional de energía, la representativa empresa de comercialización de este suministro, Isagen, advierte sobre ese frágil manto de generación que podría estar arropando a Colombia.
Le preguntamos a Isagen si considera que está en riesgo la expansión del sistema energético nacional, y la respuesta es determinante: “La oferta de energía está siendo insuficiente para la demanda que tenemos en el país, los proyectos que se tenían planeados no han entrado en operación y solo entró el 20% de la capacidad esperada los últimos 5 años..., mientras la necesidad de energía crece y crece”.
Para Isagen, “estamos muy enfocados en un problema que no es el problema, sino el síntoma. A todo el mundo le preocupa mucho el precio de bolsa y este es un síntoma de que no hay oferta. Estamos enfrentando una realidad compleja: cualquier proyecto hidrotérmico, inclusive eólico, se demora años. Al final la problemática es que no estamos teniendo suficiente oferta y estas son inversiones a 30, a 50 años. Ha habido mucha inestabilidad regulatoria y mucha turbulencia que ha espantado a algunos de los agentes”.
Por lo anterior advierte que casi la totalidad de la nueva capacidad que se viene sumando al sector energético nacional corresponde a plantas solares, pero que no entregan energía en los momentos de demanda alta. Es por eso “que se requiere avanzar en temas de almacenamiento sin demoras adicionales”.
Mensaje al Gobierno
Hay un mensaje claro para el Gobierno Nacional por parte de esta empresa de generación de energía, y es la ineludible necesidad de mantener reglas claras que les generen confianza tanto a los existentes como los nuevos jugadores del mercado, para poder seguir invirtiendo, pues “lo primero es entender que el problema de fondo es que hace falta nueva oferta de energía”.
En consonancia con ese lineamiento “hemos propuesto al Gobierno medidas para reducir las tarifas de energía eléctrica, pero el país necesita inversión, más energía, empresas que sean respetuosas con las comunidades y con los temas ambientales”.
En tal sentido, observa Isagen que es crucial desarrollar pronto un plan para la aceleración de proyectos, focalizado en la simplificación de trámites y la coordinación transparente de entidades, sin discriminación tecnológica.
Y concluye que para hacer una transición adecuada hacia las energías limpias, sin que se afecte la estabilidad productiva del país durante el proceso, se requiere estabilidad regulatoria de largo plazo y acorde a los desafíos energéticos nacionales.
“Apostamos por este camino –en Isagen– y seguimos invirtiendo en proyectos de energía verde, traducidos en megavatios que ayudarán al sistema eléctrico a adaptarse al cambio climático y atender la creciente demanda”, precisó la compañía.
“Proyectos solares no son suficientes para el abastecimiento”
Una voz conocedora ampliamente del engranaje energético de Colombia es el exviceministro de Minas y Energía, Manuel Maiguashca Olano, hoy vicepresidente financiero de la firma de inversión y consultoría Cerrito Capital.
Gracias a su cultivada trayectoria en este terreno empresarial de las energías con todas sus aristas, Maiguashca nos entrega una radiografía del presente y futuro eléctrico del país.
Precisa que, de momento, los únicos proyectos que marchan en buen ritmo son los solares, tanto pequeños como medianos, pero repara en que no son suficientes apara el abastecimiento energético que urge la nación.
“El país requiere de más proyectos, y los eólicos de La Guajira no sólo están atrasados algunos, sino que los otros fueron cancelados. Con este panorama es urgente poner en marcha nuevos proyectos y actualmente la subasta que se había anunciado se ha atrasado. Todo esto pone en mayor riesgo el sector, particularmente durante un verano seco de 2026 en adelante”.
El diagnóstico que hace el exviceministro de Minas y Energía anuncia, sin duda, una situación borrascosa, tras lo cual formula que para revertir tal amenaza de crisis, el Gobierno Nacional deberá “tener mecanismos excepcionales de coordinación entre entidades, para que saquen adelante los proyectos. Esto ya se ha hecho con éxito”.
Y respecto a la obsesión del Gobierno con una transición inmediata hacia las energías limpias, Maiguashca Olano dice que no tiene por qué serlo, pues “ya el sector logró eso hace años contando con los embalses. Ahora debemos utilizar todas las tecnologías con las cuales pueda el país contar”.
Finalmente instruye que Colombia no tiene gestión en la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI), ya que menos del 50% de esas difusiones contaminantes en el país, provienen de usos del suelo.
Entonces, enfocarse en hacer menos versátil el sector eléctrico no ayuda en nada a las emisiones y sí mortifica la expansión energética del país”.
Maiguashca

