La muerte de dos oficiales del Ejército Nacional en las instalaciones del Cantón Norte de Bogotá reveló un grave episodio de violencia que conmociona a la institución militar.
Los cuerpos de los dos militares fueron hallados en la noche del miércoles dentro de un vehículo particular, luego de que se escucharan varias detonaciones en una zona cercana a la Escuela de Infantería.
Según información preliminar, el hecho ocurrió hacia las 8:33 de la noche, cuando un capitán, identificado como Pablo Masmela, habría disparado contra la subteniente María Mora dentro de un automóvil de color gris. Minutos después, el oficial también perdió la vida en el mismo escenario.
El Ejército confirmó en un comunicado que la alerta se activó cuando personal en la zona oyó los disparos y se desplazó a verificar el origen del sonido. Al llegar al punto señalado, encontraron sin vida a los dos oficiales dentro del vehículo estacionado en las instalaciones del Cantón Norte, uno de los complejos militares más importantes de la capital.
El origen del hecho habría sido una infidelidad
De acuerdo con la información preliminar divulgada por las autoridades militares, los hechos estarían relacionados con “situaciones de carácter personal”, lo que sugiere que detrás del crimen podría haber motivos sentimentales (infidelidad). Esta línea es la que actualmente se investiga en coordinación con la Policía Judicial y otros organismos competentes.
La subteniente Mora había llegado ese mismo día desde Tolemaida, donde se encontraba en reentrenamiento. La joven oficial, según se conoció, habría solicitado permiso para viajar a Bogotá con el fin de asistir a un concierto, desplazándose posteriormente a la Escuela de Infantería, lugar donde el capitán Masmela adelantaba el curso para ascenso a mayor.

Una vez en Bogotá, la oficial llegó a esta escuela militar, donde posteriormente se encontraría con el capitán Masmela. De acuerdo con la información entregada por el Ejército, allí fue citada por él en el parqueadero del casino de oficiales, punto en el que ambos coincidieron instantes antes del desenlace fatal.
Tras su llegada al parqueadero, la subteniente se encontraba acompañada por otra persona. En ese momento, el capitán habría intervenido y la situación derivó en los hechos que posteriormente terminaron con la muerte de ambos oficiales dentro del vehículo gris.
Solo después de reconstruir la secuencia de acontecimientos, las autoridades establecieron que en el lugar también se encontraba una subteniente del Ejército, quien fue testigo directo del asesinato. Ella se hallaba dentro del mismo carro en el que estaban las víctimas minutos antes del ataque.
El Centro de Educación Militar informó que se activaron de inmediato los protocolos establecidos para este tipo de emergencias, incluida la ruta CEFAM, un mecanismo institucional para la resolución de conflictos de pareja y la atención en crisis. Las primeras coordinaciones se realizaron con la Policía Nacional de Usaquén para llevar a cabo los actos urgentes.
Mientras continúan las investigaciones judiciales, la Procuraduría abrió una indagación para determinar si existieron fallas en los procedimientos internos de prevención y atención de violencia de género dentro de las instalaciones del Ejército.

