La Alianza de Asociaciones y Gremios (Aliadas) reiteró su llamado al Gobierno para que la discusión del salario mínimo de 2026 se realice exclusivamente bajo los parámetros establecidos por la ley y basada en evidencia técnica.
La organización señaló que este proceso debe mantenerse dentro del esquema de negociación tripartita, donde participan Gobierno, empleadores y trabajadores, y que no puede depender de presiones coyunturales.
Aliadas indicó que coincide con el Ministerio de Trabajo en la necesidad de que el debate se sustente en datos verificables. Recordó que el objetivo de este mecanismo es garantizar ingresos que permitan una vida digna, al tiempo que se protegen la productividad, la producción nacional y el empleo formal. Lea: Negociación del salario mínimo 2026 arrancará el 1 de diciembre
El gremio insistió en que la definición del salario mínimo no debe convertirse en una determinación unilateral ni en un asunto impulsado por la discusión mediática. En su posición, reiteró que el país requiere reglas claras y responsabilidad institucional para abordar este tipo de decisiones económicas.
En su comunicado, Aliadas resaltó la importancia de que el país mantenga un equilibrio entre las necesidades de los trabajadores y las condiciones que afectan la actividad empresarial.
“La OIT, mediante el Convenio 131, establece que el salario mínimo debe equilibrar las necesidades de los trabajadores y sus familias como costo de vida, salarios y protección social con factores económicos como productividad, empleo y capacidad de las empresas. Mejorar los ingresos solo es sostenible si también se protege la viabilidad empresarial y el empleo formal”, indicó la organización gremial.
Aspectos que piden considerar para el salario mínimo de 2026
Aliadas también precisó que el concepto de salario “vital y móvil” debe entenderse como un balance entre la protección del ingreso y la estabilidad de variables económicas.

“Un salario ‘vital y móvil’ no implica aumentos desconectados de la realidad económica, sino un equilibrio entre protección del ingreso y estabilidad de variables como inflación, empleo formal, competitividad y sostenibilidad fiscal. Sin empresas viables y un entorno macroeconómico estable, no es posible sostener mejoras reales en el tiempo”, concluyó.
La organización pidió que la mesa incluya indicadores como inflación observada y esperada, productividad, crecimiento del PIB, empleo, informalidad y capacidad de pago de las empresas —en especial las mipymes—, además de evaluar el impacto sobre inflación futura, tasas de interés y costo del crédito.

