La Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirmó que Colombia mantiene su estatus como país libre de transmisión de sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita, reconocimiento otorgado por la Comisión Regional de Monitoreo y Reverificación para la Eliminación de estas enfermedades.
La directora del Instituto Nacional de Salud (INS), Diana Pava, destacó que este logro es resultado del trabajo articulado entre las entidades territoriales de salud y los equipos responsables de vacunación, vigilancia epidemiológica y laboratorios.
Según explicó Pava, esta labor conjunta ha permitido fortalecer la prevención, la detección temprana y la respuesta oportuna ante cualquier caso sospechoso.
“Estas acciones integrales han sido clave no solo para alcanzar, sino también para sostener este importante logro, protegiendo la salud pública y garantizando la continuidad de la eliminación de estas enfermedades prevenibles por vacunación”, afirmó la directora del INS.

La funcionaria también anunció que el INS se está preparando para activar la vigilancia intensificada habitual de fin de año, un periodo en el que aumentan los casos de lesiones por pólvora y otros riesgos.
“No queremos más personas quemadas por pólvora pirotécnica”, advirtió, y recordó además el peligro de las intoxicaciones con fósforo blanco, que en años anteriores han causado incluso muertes.
Sobre el sarampión, rubéola y el síndrome de rubéola congénita
El sarampión y la rubéola son enfermedades víricas, estas enfermedades se propagan a través de gotitas respiratorias al toser o estornudar y por el aire en espacios cerrados, mientras que el síndrome de rubéola congénita (SRC) es una condición que ocurre cuando una mujer embarazada se infecta con rubéola y transmite el virus al feto.
El SRC puede causar defectos de nacimiento graves, especialmente si la infección ocurre durante el primer trimestre del embarazo, afectando los sistemas visual, auditivo, cardíaco y neurológico del bebé.
El riesgo de daño al feto es mayor si la madre se infecta en las primeras 12 semanas de embarazo, con un riesgo cercano al 90%.

