El presidente Gustavo Petro salió en defensa del ministro del Interior, Armando Benedetti, tras el allanamiento que ordenó la magistrada Cristina Lombana en la residencia del funcionario en Barranquilla. El mandatario calificó el procedimiento judicial como un “allanamiento ilegal” y aseguró que se trató de un “secuestro de una familia”.
“Un allanamiento ilegal que se transforma en secuestro de una familia, producida por una magistrada de la Corte Suprema víctima de su propio odio”, escribió Petro en su cuenta de X, cuestionando de manera directa la actuación de la magistrada de la Sala de Instrucción. Lea: Procuraduría indaga a Benedetti por tildar de “loca y demente” a Cristina Lombana
Horas antes, Benedetti había reaccionado con dureza al operativo, lanzando fuertes críticas contra Lombana. “En este momento denuncio que están allanando mi hogar en un abuso de poder de la demente y delincuente ‘magistrada’ Lombana. Ella no me investiga, ella explora en el planeta Tierra a ver si cometí un delito, ella no quiere confirmar algo, sino juzgarme con conjeturas. Está enferma y obsesionada conmigo”, afirmó el ministro en redes sociales.
Corte Suprema rechaza ataques y pide respeto a las instituciones
Las declaraciones del jefe de la cartera política desataron la reacción inmediata de la Corte Suprema de Justicia, que manifestó su rechazo ante los calificativos usados por Benedetti. El presidente del alto tribunal, Octavio Tejeiro, leyó una declaración pública en la que advirtió que tales pronunciamientos “pueden afectar el desarrollo de las investigaciones y menoscabar la confianza en la administración de justicia”.

En respuesta, Benedetti señaló que respeta el llamado a la prudencia, aunque insistió en que la magistrada Lombana actúa con sesgo en su contra. “Acato el llamado a la prudencia, pero también suplico por mi acceso al derecho a la justicia”, expresó.
El ministro agregó que Lombana “ha filtrado TODO, pruebas reservadas con videos y audios, a los medios de comunicación” y afirmó que la funcionaria ha investigado a cerca de “50 familiares míos y no son aforados”.

