La cancelación de la visa estadounidense al presidente Gustavo Petro ha escalado hasta convertirse en un asunto que impacta directamente a varios miembros de su gabinete y a la diplomacia colombiana en general. Lo que comenzó como una decisión contra el jefe de Estado se ha extendido a ministros y altos funcionarios, con repercusiones políticas y operativas para el país.
El primero en anunciar públicamente la medida fue el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, quien reveló que tanto su visa diplomática (A1) como la de turismo (B1/B2) habían sido revocadas. A través de sus redes sociales expresó: “Gaza bien vale una visa”, acompañando la frase con la notificación oficial recibida desde Washington.
A Palma se sumaron otros integrantes del círculo cercano al presidente. Angie Rodríguez, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), confirmó la misma situación, y en las últimas horas el ministro de la Igualdad, Juan Carlos Florián, también informó la cancelación de su visa. Lea: Más funcionarios podrían entregar sus visas en apoyo a Gustavo Petro
MinIgualdad responde con “Lero, lero” a la cancelación de su visa en EE. UU.
La reacción de Florián tuvo especial resonancia por el tono desafiante con el que asumió la medida. “Soy otra más de las personas del gabinete ministerial de Colombia a quien le fue cancelada la visa para viajar a los Estados Unidos. Nadie me quita el orgullo de haber presenciado en vivo el histórico y apoteósico discurso de mi presidente Petro ante la ONU. Lero, lero!”, escribió en sus redes sociales, convirtiéndose en una de las frases más comentadas en la coyuntura política.
El impacto de esta medida no solo se ha limitado a cancelaciones. Varios funcionarios optaron por entregar voluntariamente sus visas en respaldo a Petro. Entre ellos se encuentran el ministro de Hacienda, Germán Ávila; la superintendente de Industria y Comercio, Cielo Rusinque; el secretario jurídico de Presidencia, Augusto Ocampo; y la canciller Rosa Villavicencio.

La jefa de la diplomacia colombiana explicó que su decisión fue un acto de defensa institucional. “Como ministra de Relaciones Exteriores he decidido renunciar al visado estadounidense. Es un acto de dignidad frente a la inaceptable decisión de revocar el visado al Presidente de Colombia. Nuestra soberanía no se arrodilla. Colombia se respeta”, señaló en rueda de prensa.
Villavicencio agregó que la decisión de Estados Unidos “vulnera las normas diplomáticas internacionales y atropella nuestra inmunidad, se presenta como juez y parte de sus propias arbitrariedades. Con esta decisión, confirma su pretensión de condicionar la soberanía colombiana”. Lea también: Estados Unidos cancela la visa del presidente Gustavo Petro
Aunque varios funcionarios expresaron orgullo por la decisión de Washington o por su renuncia voluntaria, expertos advierten que la afectación recae directamente sobre el país. María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana, explicó que la ausencia de funcionarios clave en Estados Unidos puede generar limitaciones importantes.
“La canciller y el ministro de hacienda tienen que establecer relacionamientos presenciales con organismos multilaterales que se encuentran en Estados Unidos, para poder facilitar las acciones que permitan reducir esa fragilidad fiscal”, afirmó.
Lacouture insistió en que se deben anteponer los intereses nacionales sobre las posturas personales para garantizar estabilidad económica y diplomática.