La Procuraduría abrió indagación previa contra funcionarios por determinar de la Penitenciaría de Mediana Seguridad y Carcelaria de Barranquilla ‘El Bosque’, tras denuncias de una fiesta con música a alto volumen y bebidas alcohólicas en el pabellón B, durante el fin de semana del 20 y 21 de septiembre.
La investigación se originó luego de que en redes sociales circularan fotografías y videos que corresponderían a la celebración de Amor y Amistad, en las que se observa a varias Personas Privadas de la Libertad (PPL) con cervezas en mano, utilizando teléfonos celulares y bailando, en un festejo que, según las denuncias, fue presuntamente autorizado y coordinado por integrantes de la banda criminal ‘Los Costeños’.
Polémica en cárcel El Bosque: indagan fiesta con licor y música en Barranquilla
Mientras en el exterior de la prisión la ciudad celebraba con eventos como el concierto del cantante Silvestre Dangond en el estadio Metropolitano, al interior del pabellón B se habría desarrollado un evento con una logística que, según los reportes, se asemeja más a la de un club privado que a la de un centro de reclusión.
La Procuraduría Regional de Instrucción del Atlántico ordenó una inspección a las instalaciones del establecimiento penitenciario y solicitará información a la Dirección General del Instituto Nacional Penitenciario de Colombia (INPEC), con el objetivo de individualizar e identificar a los posibles responsables de la violación al régimen carcelario.
Testimonios anónimos provenientes del interior del penal señalan que este tipo de eventos no son un hecho aislado, sino una práctica recurrente que se daría con la presunta complicidad de algunos funcionarios del INPEC.
“Esto acá es tierra de nadie. Hay guardias que colaboran para meter las cervezas y los celulares, pero eso depende de quién esté de turno. Todo tiene un precio”, señaló un interno, en un reporte conocido por la revista Semana. Lea aquí: ¿Centro de mantenimiento, reparación y revisión aeronáutica en el Atlántico?
Otras denuncias recogidas por el diario El Heraldo indican que los líderes del pabellón imponen sus propias leyes, realizando cobros a los demás reclusos, conocidos como “torniquetes”, supuestamente para el aseo del área, pero cuyo dinero se destinaría a la compra de cerveza y drogas, y quienes no pagan serían sometidos a torturas.
Un familiar de un recluso explicó en un testimonio para el diario El Tiempo que la comunicación con los internos es constante a través de aplicaciones como WhatsApp y que las transacciones económicas se realizan por medios digitales.
“Yo hablo con él todos los días, hasta más que cuando estaba libre; aceptan Nequi, tienen WhatsApp, hacen de todo allá”, afirmó y agregó que la existencia de estas fiestas es algo “normal” y que para que los internos puedan acceder a ciertos beneficios es necesario sobornar a los vigilantes.
En respuesta a la controversia, la dirección del Inpec confirmó que se abrió una investigación disciplinaria tanto para los internos involucrados como para los funcionarios que estaban de turno. Además, anunció que se realizarán operativos de registro y control en el pabellón donde se llevó a cabo el festejo.