El representante a la Cámara David Racero, uno de los dirigentes más visibles del Pacto Histórico, enfrenta un panorama judicial que podría comprometer su futuro político. La Corte Suprema de Justicia abrió un proceso en su contra por presunta concusión, un delito que se configura cuando un funcionario público exige o recibe beneficios indebidos de sus subalternos o de terceros en virtud de su cargo.
La situación cobra relevancia en medio de la reciente controversia por la elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional, decisión que Racero y la senadora Martha Peralta rechazaron públicamente. Ambos congresistas, cercanos al petrismo, también figuran en procesos que adelantan distintos tribunales. Lea: Consejo de Estado admite demanda contra David Racero por caso SENA
Giros de dinero y pagos personales en la mira
De acuerdo con información divulgada en el espacio radial de Daniel Coronell en W Radio, las pesquisas apuntan a que empleados de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) de Racero habrían cubierto gastos personales del congresista. Entre los movimientos bajo análisis están pagos de tarjetas de crédito, transferencias a familiares —incluido su padre— e incluso la cancelación de compras de mercado.
El propio Racero ha respondido a estas acusaciones señalando que los recursos que recibió correspondían a devoluciones de préstamos que él hacía a sus trabajadores. No obstante, según Coronell, la trazabilidad financiera no refleja operaciones de crédito, sino un flujo de dinero desde los ingresos de los empleados hacia el congresista.
Testimonios bajo cuestionamiento
Uno de los aspectos que más peso tendría en la investigación son las declaraciones de miembros de su equipo legislativo. Coronell asegura que al menos dos de ellos habrían entregado información falsa a las autoridades. Uno de los señalados es Jhon Leonardo García, quien fue conductor de la UTL de Racero.
García declaró ante el Consejo de Estado que no conocía actividades comerciales relacionadas con un fruver presuntamente vinculado a Racero. Sin embargo, documentos lo señalan como referencia en el contrato de arrendamiento del local, además de aparecer en chats relacionados con ese negocio. Incluso, en audios publicados por El Tiempo se escucha una nota de voz atribuida a García en la que solicita instrucciones sobre el manejo del establecimiento.
Futuro político en entredicho
El proceso de concusión no es el único frente judicial que enfrenta Racero. En total, hay tres expedientes que podrían derivar en la pérdida de su investidura en el Consejo de Estado. El avance del caso en la Corte Suprema es el que, según expertos, estaría más próximo a producir una decisión en las próximas semanas.
Pese al escenario adverso, el congresista sostiene su inocencia y reitera que no ha cometido irregularidades. “Racero insiste en su inocencia”, se ha recalcado en medio de las versiones públicas conocidas hasta ahora.
Lo que determinen los magistrados no solo tendrá repercusiones jurídicas, sino también políticas, pues el dirigente del Pacto Histórico es uno de los nombres que se barajaban para dar el salto al Senado en las próximas elecciones.