La elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional desató reacciones opuestas en el Congreso y en las bancadas políticas del país. La votación, realizada este miércoles en el Senado, dejó al exdefensor del Pueblo con 62 apoyos, frente a los 41 que obtuvo la jurista María Patricia Balanta y los escasos votos alcanzados por Jaime Humberto Tovar.
La decisión generó un ambiente de júbilo entre los partidos de oposición, que respaldaron la candidatura de Camargo como una forma de equilibrar las fuerzas al interior de la Corte. En contraste, en el oficialismo predominó la molestia y la sensación de que se incumplieron compromisos pactados dentro de la bancada. Lea: Tres ministros del Gobierno Petro en la cuerda floja por caída en Senado
La oposición habla de “triunfo de la democracia”
El Centro Democrático, una de las colectividades que más impulsó el nombre de Camargo, no ocultó su satisfacción por el resultado. “La apabullante derrota de @petrogustavo en el Senado marca otro hito en el colapso del gobierno más inepto y corrupto de la Historia de Colombia”, escribió la senadora Paloma Valencia en la red social X, en una declaración que encendió el debate político.
Desde esa misma colectividad, también se pronunciaron otros congresistas. “¡Ganaron la democracia y la República!”, publicó la bancada en sus canales oficiales. Para la senadora Paola Holguín, también precandidata presidencial, la jornada fue positiva: “Ganó la democracia, ganó la institucionalidad. Se garantiza en la Corte Constitucional la independencia, gracia a Dios, a los senadores y esperamos que vengan mejores tiempos para Colombia”.
María Fernanda Cabal, quien al igual que Holguín aspira a la presidencia desde el uribismo, sostuvo que la elección de Camargo “es un triunfo de la institucionalidad”. Según dijo, la decisión es una oportunidad para “fortalecer la independencia judicial y proteger el Estado de Derecho” frente a lo que calificó como una amenaza populista.
Descontento en el oficialismo tras derrota en el Senado
Mientras la oposición celebraba, en las filas del Pacto Histórico se instaló un ambiente de desconcierto. El representante David Racero aseguró que lo ocurrido no puede entenderse como independencia judicial sino como un cálculo político en contra del Ejecutivo. “La línea siempre ha sido absolutamente clara. Otra vez el Senado falló y el gobierno debe proceder. No se puede llamar independencia y equilibrio de poderes al concierto de favores y repartijas en función de detener al Gobierno del Cambio”, manifestó.
La senadora Martha Peralta, también del Pacto Histórico, apuntó a divisiones internas en la coalición de gobierno. “Aquí algo falló, algo está fallando, alguien no está diciendo la verdad al interior de la bancada de Gobierno”, expresó. Según explicó, existía un acuerdo previo para respaldar la candidatura de Balanta, pero los resultados demostraron lo contrario: “Aquí habíamos hecho un compromiso de bancada, de Gobierno, de apoyar una candidatura y los resultados así no se vieron, entonces ahí alguno mintió, alguno le falló al Gobierno”.
Reacciones institucionales y mensaje de conciliación
A diferencia de la confrontación política, algunas voces oficiales optaron por un tono más sobrio. El ministro del Interior, Armando Benedetti, felicitó a Camargo y destacó su papel futuro en la Corte: “Confiamos en que será un fiel guardián de la Constitución. Éxitos”.
El procurador general, Gregorio Eljach, también se pronunció en términos institucionales. “Su elección, realizada esta tarde por la plenaria del Honorable @SenadoGovCo, ratifica una vez más la independencia y autonomía de los poderes y fortalece nuestras instituciones”, afirmó en un comunicado.
Con la llegada de Carlos Camargo, exdefensor del Pueblo, a la Corte Constitucional, se abre un nuevo capítulo en el que el equilibrio entre los poderes del Estado vuelve a ser centro de discusión. Mientras la oposición lo celebra como un triunfo político y jurídico, el oficialismo busca esclarecer qué ocurrió al interior de sus filas para explicar la derrota de su candidata en el Senado.