Tras un año del doble homicidio en Bogotá, se conoció la confesión del adolescente, de 14 años, que asesinó a su padre, el mayor del Ejército Nacional Fabián Humberto Bueno Carranza, y a su hermana de 7 años.
El crimen ocurrió el pasado 30 de julio de 2024 en un conjunto residencial del barrio Bosques de San Jorge, en Suba. Esa noche, hacia las 11 p. m., vecinos alertaron a las autoridades sobre una riña familiar. Al ingresar a la vivienda, la Policía encontró al militar con más de 100 puñaladas y la niña con al menos 70 heridas mortales.
En el lugar también estaba con vida la madre, Catherine Torres Velásquez, quien pidió auxilio y confirmó que el responsable había sido su propio hijo. El menor fue aprehendido y aceptó los cargos. Le puede interesar: Menor de 14 años acepta cargos por matar a su padre y hermana en Suba
Según el expediente del caso revelado por Semana, en los exámenes psicológicos, el menor confesó que, aunque no planeó el crimen, sí pensó en cómo causar el mayor daño a su padre.
“En clase de biología, anatomía, siempre nos decían que las partes más delicadas del ser humano eran pecho y cerebro. Yo ya había estudiado las partes débiles, si metía el cuchillo en el pecho sabía que algún órgano se iba a afectar”, dijo el menor.
En la noche del crimen, el mayor Bueno estaba en su habitación, en el cuarto piso de la vivienda, acostado y revisando su celular. A su lado estaba su hija, que se había quedado dormida. La madre estaba en un restaurante y el adolescente permanecía en su cuarto, molesto por la discusión previa. Fue entonces cuando decidió bajar a la cocina, tomó un cuchillo y lo ocultó en su espalda mientras subía las escaleras hacia la habitación de su padre.
“Tenía el cuchillo en la espalda, subí y le pegué una puñalada. Él estaba en el cuarto piso, en la habitación acostado con mi hermana. Ella estaba dormida, él estaba mirando el celular para unas cosas del trabajo, ahí yo lo apuñalo en el corazón, en alguna parte del pecho”, relató en su declaración revelada por Semana.
Luego de unos minutos, decidió volver a la habitación en la que estaba su padre herido, pero dijo que, a pesar de sentir que había cometido un error, pensó en el maltrato.
“Él me castigaba y me pegaba, entonces sentí rabia y me descontrolé, cogí el cuchillo de la cama y le pegué más puñaladas. Yo no sabía si estaba muerto, sabía dónde era la puñalada, pero no sabía si estaba muerto”.
Su hermana despertó mientras atacaba a su padre. La niña comenzó a llorar y le pidió que se detuviera. Su reacción fue atacarla.
“Ella estaba ahí acostada y se levantó a llorar, a decirme que parara, que qué estaba haciendo, ahí yo me descontrolé. Voy donde ella y le pegué una puñalada en el pecho, de ahí ella se cae al piso. Ahí pienso que la había embarrado, no sabía qué hacer, yo no la quería matar, yo la vi tumbada en el piso y la apuñalé más de una vez”, contó.
De acuerdo con Medicina Legal, el oficial del Ejército recibió 118 heridas y la niña, 75. Después de cometer el doble crimen, el menor bajó a la cocina con las manos llenas de sangre, fue en ese momento que llegó su madre.
El adolescente fue imputado por homicidio agravado y un juez le impuso la medida de internamiento preventivo en un centro de detención de menores.