El panorama en Cali sigue siendo de consternación tras el atentado ocurrido el pasado 21 de agosto en inmediaciones de la Base Aérea Marco Fidel Suárez, donde un vehículo cargado con explosivos fue detonado hacia las 2 de la tarde. El hecho dejó un saldo trágico de seis personas muertas y 76 heridas, según el más reciente reporte oficial.
Durante el consejo de seguridad que se realizó en la capital del Valle, el presidente Gustavo Petro anunció que se logró la captura de un joven de 23 años, identificado con el alias de Sebastián, quien sería el presunto responsable del ataque. Nacido en Corinto, Cauca, el señalado permanece bajo investigación mientras se avanzan en las indagaciones sobre las estructuras que habrían planeado el atentado.
El secretario de Salud de Cali, Germán Escobar, informó que de los 76 heridos que permanecen en centros asistenciales de la ciudad, cuatro se encuentran en estado crítico y bajo pronóstico reservado. Lea: Músico de la FAC entre los heridos en atentado con carro bomba en Cali
Autoridades confirman víctimas, entre ellas, una mujer en embarazo
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, entregó detalles sobre los fallecidos en el ataque y reveló que entre las víctimas estaba una mujer embarazada y un taxista que esperaba en un semáforo. “Esas seis personas que murieron eran transeúntes que estaban en este lugar alrededor de las 2:50 de la tarde”, declaró el jefe de cartera.
El alto funcionario responsabilizó a la estructura conocida como Jaime Martínez, señalándola como autora del atentado. “Este ataque criminal, este ataque cobarde, este ataque terrorista contra la población civil fue perpetrado por la estructura narcocriminal Jaime Martínez, que hace parte de la disidencia del cartel del narcotraficante alias Mordisco”, sostuvo.
De acuerdo con Sánchez, esta facción ha sufrido golpes recientes por parte de la Fuerza Pública, especialmente en corredores estratégicos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca. Explicó que operaciones militares recientes en el cañón del Micay permitieron la incautación de un arsenal de gran magnitud. “Ahí decomisaron y destruyeron tal vez el arsenal criminal más grande de la última década. Más de 250.000 municiones y más de un centenar de minas con las que pretendían atacar” a la población civil, aseguró.