Sneyder Pinilla, exsubdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), lanzó fuerte dardo sobre las supuestas dificultades a las que se ha tenido que enfrentar durante el proceso que hay en su contra por corrupción en esa misma entidad.
Ahora, el exfuncionario le pidió a los jueces de Paloquemao que su audiencia de solicitud de principio de oportunidad no sea reservada ni secreta, sino pública, con acceso para medios de comunicación y ciudadanía.
La petición fue realizada a través de una carta, enviada a los despachos judiciales, en la que Pinilla expresó: “Solicito que mi audiencia de solicitud de principio de oportunidad no sea reservada ni secreta, sino pública, con acceso para medios y ciudadanía”.

Y agregó que “la difusión de esta audiencia no es un capricho”, ya que considera que es su “única garantía real de protección” frente a quienes se benefician de su silencio. Además, aseguró que hay personas que han intentado intimidarlo, sobornarlo, desprestigiarlo y frenar su colaboración.
“La transparencia es el mejor blindaje contra la corrupción y contra el miedo” y sostuvo que, si el Estado no honra los acuerdos con quienes colaboran en investigaciones, “envía un mensaje terrible: que en Colombia colaborar es ponerse la soga al cuello”, aseveró el exsubdirector de la UNGRD.
Sneyder Pinilla habla sobre dificultades al colaborar con la justicia
Pinilla explicó que, cuando decidió colaborar con la justicia y revelar información sobre las irregularidades en la UNGRD, sabía que el proceso sería difícil, pero no anticipó “el altísimo precio” que tendría que pagar.

Indicó que entregó a las autoridades documentos, grabaciones, mensajes y pruebas técnicas que hoy reposan en la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia. Según su relato, este material ha permitido abrir procesos contra congresistas, ministros, contratistas y funcionarios.
En su comunicación, señaló que “el principio de oportunidad no es un perdón a quien cometió delitos, sino una herramienta que permite entrar en estructuras criminales cerradas, donde la verdad no se consigue en un allanamiento, sino cuando alguien que estuvo adentro decide contar lo que pasó y lo cuenta con pruebas”. Por esta razón, insistió en que su solicitud se tramite de manera pública.