Desde Leticia, en el Amazonas, el presidente Gustavo Petro encabezó la conmemoración del 7 de agosto, fecha en la que se celebra la victoria del Ejército Libertador en la Batalla de Boyacá. A diferencia de años anteriores, cuando los actos oficiales se desarrollan en el Puente de Boyacá, el mandatario trasladó la ceremonia a la frontera sur del país, como un gesto simbólico ante la creciente tensión diplomática con Perú por la isla Santa Rosa.
Durante su intervención, Petro hizo un llamado al diálogo y a la defensa de la soberanía nacional. Denunció que el territorio en disputa ha sido ocupado de manera irregular por fuerzas peruanas, y exhortó a ambos países a respetar los tratados internacionales y a llegar a acuerdos claros sobre la soberanía de esa isla, que —según dijo— fue formada por el propio cauce del río Amazonas. Le puede interesar:Centro Democrático convoca marchas por condena contra Álvaro Uribe
“Perdimos Panamá matándonos entre nosotros”, expresó el presidente al hacer un recorrido histórico por los errores del pasado en materia de política exterior. También mencionó la pérdida de territorio en el Caribe como resultado del litigio marítimo con Nicaragua, señalando que, según él, fue su gobierno el que evitó la pérdida de las islas de San Andrés y Providencia, aunque en realidad el proceso ante la Corte de La Haya fue resultado del trabajo conjunto de varios gobiernos durante más de dos décadas.
Desde Leticia, Petro conmemora el 7 de agosto con llamado a la unidad y defensa de la soberanía nacional
Petro también hizo referencia a la crisis social en Boyacá, especialmente en el marco del paro campesino que se desarrolla en la región, y a los conflictos alrededor de la minería. “Que festejemos el 7 de agosto no en Boyacá sino en Leticia tiene importancia. Allá miraremos cómo resolvemos que el campesinado sea la fuerza social que nos permita cuidar el páramo sin morirse de hambre”, señaló.
En ese sentido, se refirió a la necesidad de una mesa de concertación con los mineros del departamento y propuso la democratización de la riqueza generada por las esmeraldas. “¿Acaso no son del Estado por estar en el subsuelo?”, se preguntó, al insistir en que los recursos naturales deben considerarse patrimonio nacional.
El jefe de Estado cerró su intervención con un mensaje contundente: “El siglo XXI, como si no hubiéramos aprendido la lección, sigue inundado de divisiones entre los colombianos. Mientras nos seguimos matando entre nosotros, seguimos perdiendo territorio. Es momento de unirnos para defender la nación”.