Los cajeros automáticos, pensados originalmente para facilitar el acceso al dinero en efectivo, hoy también representan un punto de riesgo para quienes los usan sin precauciones. Aunque las entidades financieras han mejorado sus sistemas de seguridad, existen factores que los delincuentes siguen aprovechando para interceptar información bancaria y cometer fraudes en tiempo récord.
La seguridad digital se ha vuelto una preocupación creciente, pero no todo ocurre en línea. Los dispositivos físicos siguen siendo blanco de estrategias sofisticadas. “Los cajeros automáticos también se han convertido en un foco de interés para los delincuentes”, advierten expertos del sector bancario. Lea: “La estafa del buen samaritano”: advierten sobre modalidad de fraude digital
A través de manipulaciones técnicas o el uso de elementos externos sobre los teclados o ranuras, es posible clonar tarjetas o robar datos sensibles.
Horarios en los que no conviene usar cajeros automáticos
El momento en que una persona decide hacer un retiro puede marcar una gran diferencia. Hay franjas horarias que no solo implican largas filas, sino también un mayor riesgo de caer en una estafa sin advertirlo.
Según especialistas, las horas de mayor congestión se concentran entre las 11:00 a. m. y la 1:00 p. m., y luego entre las 5:00 p. m. y las 7:00 p. m., justo cuando muchos usuarios aprovechan sus pausas laborales o el regreso a casa para acceder a efectivo.
Los viernes por la tarde y los sábados hasta el mediodía son especialmente concurridos. Esto se intensifica durante los primeros días del mes, cuando coinciden el pago de sueldos, bonificaciones o fechas previas a festivos. En esos días, no solo hay mayor demanda, sino más distracción colectiva, lo que facilita que personas inescrupulosas actúen sin ser detectadas.

Cajeros vacíos o alterados, un riesgo silencioso
La disponibilidad de efectivo también se ve comprometida en ciertos horarios. Un análisis realizado con apoyo de inteligencia artificial señala que las mayores probabilidades de encontrar cajeros con dinero disponible se dan durante las primeras horas de la mañana, en especial antes de las 9:00 a. m., revela un análisis basado en inteligencia artificial.
Las recargas de dinero suelen hacerse durante la madrugada o al iniciar la jornada, por lo que quienes acuden temprano tienen mayores probabilidades de hacer retiros sin contratiempos. En contraste, quienes utilizan estos equipos en horarios nocturnos no solo enfrentan la posibilidad de encontrar cajeros vacíos, sino un entorno más vulnerable frente a robos o manipulaciones externas.
Ante este panorama, la recomendación principal es mantenerse atento a señales fuera de lo común: ranuras flojas, dispositivos añadidos, teclados alterados o pantallas que no corresponden con la interfaz habitual del banco. Un gesto tan simple como inspeccionar el cajero antes de usarlo puede evitar consecuencias más graves.