Un mes después del atentado que puso en riesgo la vida del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, las investigaciones de inteligencia apuntan a un nombre clave detrás del crimen, según información de El tiempo. Se trata de José Aldinever Sierra, alias ‘el Zarco Aldinever’, un hombre de confianza del exjefe guerrillero ‘Iván Márquez’ y figura central en la disidencia de las Farc conocida como Segunda Marquetalia.
De acuerdo con fuentes judiciales consultadas por El Tiempo, el ataque habría sido planeado desde territorio venezolano, donde opera actualmente el Zarco. “El Zarco estaría ordenando acciones terroristas desde territorio venezolano, buscando desestabilizar el panorama político colombiano, en un año clave de definiciones electorales”, revelaron fuentes de inteligencia. Lea: Revelan transacción que delató a alias el Costeño tras atentado a Miguel Uribe
La decisión de atentar contra Uribe —ocurrido el 7 de junio en el barrio Modelia, occidente de Bogotá— no habría sido ejecutada directamente por estructuras armadas de la Segunda Marquetalia, sino a través de intermediarios y redes del crimen organizado urbano. Esto, según las autoridades, respondería a una estrategia de subcontratación del sicariato para mantener la impunidad y diluir las conexiones directas con el grupo insurgente.
Red de sicarios operaba en Bogotá con apoyo de estructuras mayores
Quien habría sido el puente entre las órdenes del Zarco y los ejecutores del atentado es Elder José Arteaga, alias ‘El Costeño’ o ‘Chipi’, cabecilla de una oficina de cobro que opera desde 2022 en varias localidades de Bogotá, incluyendo Santa Fe, Mártires, Engativá, Bosa y zonas cercanas a Soacha.
Esta estructura, inicialmente vinculada al microtráfico, se habría expandido al sicariato por encargo. En el caso Uribe, fue alias El Costeño quien presuntamente reclutó a un menor de edad para disparar contra el senador, utilizando como apoyo logístico a otros miembros de su red, según información de El Tiempo.

Los capturados en el caso son Carlos Eduardo Mora (‘Veneco’), Katerine Martínez (‘Gabriela’) y William Fernando Cruz (‘El Hermano’). De acuerdo con los investigadores, ninguno de ellos tenía relación previa con el menor, lo que confirma una división precisa de roles. “Alias Veneco (conductor habitual del grupo) manejó el vehículo Chevrolet Spark en el que se movilizaban El Costeño, Gabriela y el menor”, precisaron las fuentes.
Movimiento hacia Caquetá evidencia vínculos insurgentes
Tras el atentado, algunos implicados habrían huido de Bogotá. Según los reportes, alias Gabriela se habría refugiado en Caquetá, un territorio estratégico para la retaguardia de la Segunda Marquetalia, donde estaría recibiendo protección de la estructura armada.
Este hecho refuerza la tesis de que no se trata de una banda delincuencial común, sino de una organización con movilidad nacional, vínculos insurgentes y capacidad para atentar contra figuras públicas con fines políticos.
Las autoridades aún no han determinado con certeza el motivo del ataque, pero manejan dos hipótesis principales: el perfil político conservador de Uribe y su postura firme frente a grupos ilegales, o su alta visibilidad como precandidato presidencial.
El caso ha encendido las alarmas en los organismos de seguridad y ha llevado a replantear los esquemas de protección de líderes políticos. Mientras tanto, las investigaciones continúan para establecer los nexos operativos entre alias el Zarco Aldinever, la oficina de cobro de El Costeño y los mandos medios de la Segunda Marquetalia.