En el Hospital Internacional de Colombia (HIC), ubicado en Piedecuesta, Santander, el neurocirujano William Omar Contreras, la neuróloga clínica Paula Andrea Millán, el psiquiatra Juan Esteban Rosales y la epidemióloga Paula Alejandra Navarro, realizaron la primera operación para combatir la depresión.
La paciente fue Lorena Rodríguez, una boyacense que ha vivido por más de 20 años con un trastorno mixto de ansiedad y depresión.
Rodríguez fue sometida a una cirugía de estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés), convirtiéndose en la primera paciente del país en recibir la cirugía. Le puede interesar: Diferencias entre liposucción y abdominoplastia: lo que debes saber antes de operarte

Así fue la operación celebrar que controla la depresión
El procedimiento, que implicó años de evaluación médica, consistió en implantar cuatro electrodos en distintas regiones del cerebro, conectados a un neuroestimulador subcutáneo que envía impulsos eléctricos de forma continua. El dispositivo, similar a un marcapasos, regula las funciones cerebrales afectadas por la depresión, y, debido a su tecnología recargable, la paciente puede alimentar el sistema desde su casa cada tres días, prolongando su utilidad hasta por 25 años.
Según la Clínica Mayo, la cirugía implica hacer pequeños orificios en el cráneo para implantar los electrodos en el tejido cerebral. Algunas de las complicaciones de la cirugía pueden ser las siguientes:
- Colocación incorrecta de los cables con los electrodos, que también se los conoce como derivaciones.
- Sangrado en el cerebro.
- Accidente cerebrovascular.
- Infección.
- Dificultad para respirar.
- Náuseas.
- Problemas cardíacos.
- Convulsiones.
Tras la cirugía, el doctor Contreras dijo: “Es como si encendiéramos las luces en barrios clave del cerebro”, y agregó: “La estimulación cerebral profunda permite intervenir los circuitos neuronales alterados cuando los tratamientos tradicionales no funcionan. No se trata de aplicar un protocolo estándar, sino de diseñar una terapia basada en la conectómica, es decir, en el mapa de conexiones cerebrales específico de cada paciente”. Lea también: Endometriosis: síntomas, diagnóstico y pruebas médicas que la confirman
Durante la cirugía, que duró seis horas, Rodríguez permaneció despierta para que los especialistas pudieran calibrar los impulsos eléctricos en tiempo real. Esta precisión permitió maximizar los efectos terapéuticos y minimizar riesgos, en una intervención considerada de alta complejidad.
¿Cómo se encuentra Lorena Rodríguez tras recibir la cirugía que combate la depresión?
“La depresión me estaba consumiendo, no es de voluntad, es como un cáncer, son enfermedades invisibles o mentales que han sido subestimadas, después de una búsqueda enorme encontré al doctor William y me propuso estimular mi cerebro con cuatro electrodos donde están las emociones”, contó Rodríguez antes de la intervención.
Según el equipo médico, Lorena ya ha recuperado la motivación, el deseo de aprender, de trabajar y hasta de enamorarse. Aunque el máximo beneficio de la cirugía se alcanza a largo plazo.
Se estima que más de 350 mil personas podrían beneficiarse de la DBS en el mundo. Sin embargo, apenas 400 han accedido a esta cirugía, lo que convierte el caso de Lorena en un hito no solo para Colombia, sino también para la medicina en América Latina