En una decisión histórica para la modernización de la Fuerza Aérea, el Gobierno colombiano eligió finalmente a la empresa sueca Saab como proveedora de los nuevos aviones de combate Gripen, tras una negociación que priorizó el costo, la tecnología y la sostenibilidad. Así lo confirmó el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, tras una larga reunión con el presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño, informó El Colombiano.
La adquisición de las aeronaves suecas fue oficializada luego de que el Gobierno evaluara ofertas de otras dos potencias: Francia, con los Rafale, y Estados Unidos, con los F-16. Sin embargo, Saab se impuso con una propuesta más económica, un crédito del 100 % a largo plazo —con ocho años de condonación— y tiempos de entrega más rápidos.
La oferta sueca: más barata, rápida y sostenible
De acuerdo con los datos obtenidos por El Colombiano, la compra por 16 aviones Gripen nuevos costará 16 billones de pesos. Por unidad, Saab ofreció un precio de entre 110 y 120 millones de dólares, frente a los 170-190 millones de los F-16 y los 200-240 millones de los Rafale.
En conjunto, los suecos cotizaron la flota por 1.900 millones de dólares, frente a los 3.000 millones de los estadounidenses y los 3.700 millones de los franceses. Además, Saab garantizó la entrega en un plazo de 24 meses, mientras que sus competidores ofrecían tiempos de hasta cinco años. Lea también:Usuarios se pronuncian tras derogación del régimen tarifario de la Costa
A largo plazo, el costo operativo por 30 años también fue más competitivo: 2.350 millones de dólares para los Gripen, menos de la mitad de lo que costarían los Rafale (4.900 millones).

Colombia pagará una cifra multimillonaria por 16 aviones suecos Gripen
Saab entregará su versión más actualizada del Gripen, con mejoras en sensores, motor intercambiable en una hora y alta disponibilidad operativa (más del 90 %). También ofreció flexibilidad para el ensamblaje: parte de la producción podría realizarse en Brasil, donde tiene una de sus plantas, o incluso en Colombia, según lo acuerde el Gobierno.
Los pilotos colombianos recibirán capacitación en Suecia y en menos de 12 semanas estarán habilitados para volar las nuevas aeronaves. Según una fuente consultada por El Colombiano, “una vez se firme el contrato y se entreguen los aviones, estos serán considerados productos colombianos”.
Factores políticos y económicos detrás de la decisión
Además del precio y la tecnología, la afinidad política del presidente Petro con las políticas sostenibles y sociales de Suecia también inclinó la balanza. Aunque Francia contaba con una estrecha relación gracias a Emmanuel Macron, su oferta no logró superar las condiciones de Saab.
Estados Unidos, por su parte, propuso F-16 usados a menor costo, pero la transición hacia el nuevo mandato de Donald Trump complicó las negociaciones.
La firma del contrato definitivo aún depende de formalidades internas como la aprobación de CONPES y CONFIS, así como la definición de las fuentes de financiación. El Gobierno argumenta que la suspensión de la regla fiscal permitirá flexibilizar el gasto público para asumir la compra.
Sin comisiones ni intermediarios
En enero, Colombia y Saab ya habían firmado una carta de entendimiento. Un portavoz de la empresa aclaró a El Colombiano que no hay “bonus ni comisiones para ninguna persona”, en línea con las políticas de transparencia de la compañía.
Aunque quedan dudas sobre cómo se financiará exactamente la compra en los próximos años, el contrato con Saab es ya un hecho y representa un hito para la defensa aérea colombiana.