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Colombia

Deslizamiento en Bello: crece el número de víctimas

La búsqueda sigue entre el lodo, mientras crecen los temores por nuevos deslizamientos y más personas atrapadas.

Deslizamiento en Bello: crece el número de víctimas

Al menos 10 murieron en medio de esta emergencia, registrada el martes en Bello, Antioquia. // Foto: Foto: EFE.

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Una emergencia de gran magnitud sacudió en la madrugada del martes 24 de junio al municipio de Bello, al norte del Valle de Aburrá, luego de que un deslizamiento arrasara con al menos 50 viviendas del asentamiento informal en la vereda Granizal.

El alud, provocado por las intensas lluvias de más de 36 horas consecutivas, dejó hasta el momento 10 personas fallecidas y otras 15 desaparecidas, según reportes preliminares de las autoridades.

El movimiento de tierra ocurrió hacia las 3:20 a.m., momento en que un estruendo interrumpió el silencio de la madrugada. “Fue como si un avión se hubiera estrellado contra la montaña”, relataron vecinos. En cuestión de segundos, la montaña se desplomó sobre las casas ubicadas en la ladera oriental que divide a Medellín y Bello, arrastrando consigo decenas de vidas, historias y hogares. Lea: Tragedia por deslizamiento entre Medellín y Bello: deja varias víctimas

Entre los desaparecidos se encuentra María Georgina Hernández, conocida por los habitantes del sector como Érika. De 58 años, vivía junto a su pareja, un sobrino adolescente y un amigo que había acogido en su vivienda. Su hija, Verónica Hernández, recordó que “ella se vino hace cinco años para acá y manifestaba que estaba feliz con sus gallinas. Tanto que hace unos años hubo un deslizamiento, no tan grande, y nosotras (las cuatro hijas que tenía) le dijimos que se fuera para otro lado y ella solo nos dijo que si se moría acá, se moría feliz”.

La búsqueda sigue entre el lodo, mientras crecen los temores por nuevos deslizamientos y más personas atrapadas. // Foto: El Colombiano.
La búsqueda sigue entre el lodo, mientras crecen los temores por nuevos deslizamientos y más personas atrapadas. // Foto: El Colombiano.

De esa familia, solo el cuerpo sin vida del joven Juan David Lozano, de 15 años, ha sido hallado. Las otras tres personas siguen desaparecidas. Mientras tanto, dos de las hijas de María Georgina presenciaban desde lejos las labores de rescate, acompañadas por decenas de vecinos que, sin importar el peligro de una nueva remoción de tierra, no abandonaron la búsqueda.

Autoridades evalúan nuevos riesgos por inestabilidad del terreno

Otra de las tragedias que marcó esta jornada fue la de Carolina Ciro Castro, oriunda de La Unión, Antioquia, quien vivía con sus dos hijos pequeños en una de las viviendas sepultadas. Solo uno de ellos, el menor de un año, fue hallado con vida y trasladado a un centro asistencial, convirtiéndose en uno de los ocho sobrevivientes de la emergencia.

El comandante del Cuerpo de Bomberos de Bello, capitán Nelson Zuluaica, explicó que las labores de rescate se pausaron por el riesgo inminente de otro colapso. “Tenemos que hacer una evacuación preventiva por un riesgo inminente de colapso nuevamente de la montaña. Vamos a estar muy pendientes por si cambia la situación y en el transcurso de la mañana, 7:00 a.m., vamos a estar acá todas las comisiones, nuevamente, para poder iniciar labores, pero antes de eso hacer una revisión técnica por los geólogos para poder ingresar a la zona”, indicó.

Miles de metros cúbicos de tierra se vinieron sobre más de 50 viviendas de la vereda Granizal, de Bello. // Foto: EFE.
Miles de metros cúbicos de tierra se vinieron sobre más de 50 viviendas de la vereda Granizal, de Bello. // Foto: EFE.

Además del riesgo geológico, un tubo de agua roto dificulta las labores, ya que el flujo incontrolado del líquido ha vuelto más inestable la zona afectada. Por ello, la Gobernación de Antioquia ordenó la evacuación de los sectores Altos de Oriente y Manantiales, los más impactados por el deslizamiento provocado por el desbordamiento de la quebrada La Negra.

Los habitantes, armados con palas, botas y coraje, formaron grupos de rescate improvisados. “Nosotros entendemos a las autoridades sobre las recomendaciones, pero a nosotros nos duelen los amigos, los vecinos que quedaron sepultados bajo la tierra”, expresó Héctor Tobón Cardona, uno de los sobrevivientes y voluntario en las labores.

En paralelo, el Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá (Siata) anunció la instalación de luminarias y radares para detectar cualquier movimiento en masa que ponga en peligro al personal de rescate.

El impacto del deslizamiento también se sintió en Medellín, particularmente en el barrio Santo Domingo Savio, donde 23 familias fueron damnificadas tras la inundación de sus viviendas. Las autoridades han dispuesto varios albergues temporales mientras se desarrolla la atención humanitaria.

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