Tras una accidentada discusión legislativa, la reforma laboral quedó aprobada en el Congreso de la República y ahora espera la firma del presidente para convertirse en ley. Aunque desde distintos sectores se han resaltado sus avances en materia de derechos laborales, el empresariado, en especial las micro, pequeñas y medianas empresas, ha manifestado su preocupación por los costos que traerá consigo su implementación.
La nueva legislación busca restituir garantías para los trabajadores que habían sido reducidas en anteriores reformas. No obstante, gremios como Acopi y Fenalco han advertido que los ajustes aprobados podrían comprometer la viabilidad de miles de negocios formales en todo el país.
Las medidas más sensibles son el cambio en los horarios del recargo nocturno, el incremento en el pago por trabajo dominical, las nuevas condiciones para los contratos de aprendizaje y los límites al contrato a término fijo. Los principales cambios que más preocupan a los empresarios son:
Ampliación del recargo nocturno desde las 7:00 p.m.
Uno de los puntos más polémicos es el cambio en el horario para el inicio del recargo nocturno, que pasa de las 9:00 p.m. a las 7:00 p.m. Esto significa que las horas trabajadas después de esa hora deberán pagarse con un recargo del 35% sobre el valor de la hora ordinaria.
De acuerdo con cálculos de Acopi, en una empresa con 100 trabajadores este cambio podría representar un sobrecosto anual cercano a los $157 millones, una suma que, según el gremio, equivale a varios meses de nómina o una parte sustancial de las utilidades de una pyme.

Para Iván Jiménez, profesor del Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, los efectos de este cambio serán diversos: “Eso puede hacer que algunos sectores dinamicen su estructura, es decir, que aprendan a cerrar y abrir dependiendo de las jornadas en que tienen más carga para optimizar costos, tener jornadas más flexibles o jornadas que les permitan asumir las cargas”. También advirtió que “otras empresas probablemente tratarán de cerrar para no asumir esas 2 horas más de recargo nocturno”.
Aumento progresivo del recargo dominical hasta el 100%
Otro punto clave de la reforma es el incremento del recargo por trabajo en domingos y festivos. Actualmente este pago se calcula con un recargo del 75%, pero la nueva norma establece que ese porcentaje aumentará gradualmente hasta llegar al 100% en el año 2027.
Fenalco manifestó su inconformidad con esta medida, señalando que “penaliza a quienes están generando más empleo en la actualidad”. Según el gremio, el incremento de estos recargos podría elevar los costos laborales entre un 18% y un 34%, dependiendo del tipo de negocio y del tamaño de la empresa.
“El mayor golpe lo recibirán comercios como tiendas, panaderías, cafeterías de barrio y negocios que operan en horarios extendidos o fines de semana, así como sectores clave como la gastronomía, el turismo, la vigilancia y el transporte”, advirtió Fenalco en un comunicado.

Contrato de aprendizaje se convierte en contrato laboral
La reforma también modifica de fondo la figura del contrato de aprendizaje, que dejará de ser un acuerdo especial para convertirse en un contrato laboral con todas las implicaciones prestacionales y de seguridad social. En la etapa lectiva, los aprendices deberán recibir el 75% de un salario mínimo, y en la práctica, el 100%.
Aunque esta medida beneficiará directamente a unos 400.000 jóvenes que actualmente están en procesos de formación, hay temor entre los empresarios por el aumento en los costos que implicará mantener esta modalidad.
“Lo que vamos a poder ver en el corto o mediano plazo va a ser que muchas empresas cierren vinculación de aprendices y empiecen a monetizar, pagar para no tener que vincular al aprendiz. Eso va a traer un efecto de aprendices que pueden no graduarse, pero sobre todo un incremento en los recursos por parte del Sena”, explicó el profesor Jiménez.