La nadadora aficionada María Marcela Preciado hizo pública una denuncia tras vivir una experiencia que transformó por completo su vida. A través de un video difundido en su cuenta de Facebook, relató cómo una jornada habitual de nado en mar abierto terminó en una grave infección que la obligó a someterse a procedimientos quirúrgicos y que, según afirma, le dejó secuelas físicas permanentes.
Todo ocurrió en diciembre de 2024, cuando Preciado decidió lanzarse al agua desde Puerto Gaira, en Santa Marta, como parte de su rutina de nado recreativo. Según contó, había realizado esta actividad en repetidas ocasiones, sin imaginar que ese día se enfrentaría a un riesgo invisible. Lea: Convenio busca poner fin a problemas en acueducto y alcantarillado de Santa Marta
Una pequeña herida en su cuerpo fue la puerta de entrada para una bacteria conocida como estafilococo dorado, la cual, de acuerdo con su testimonio, se propagó rápidamente generando una infección de alto riesgo. Desde Bogotá, donde continúa su proceso de recuperación, expresó con firmeza: “Ese mar que siempre había abrazado, esta vez la devolvió enferma”.
Durante su relato, no solo compartió los detalles de su situación médica, sino que lanzó una fuerte advertencia sobre las condiciones ambientales de la zona. “Están tirando aguas negras al mar. Lo digo con rabia. Nadamos entre los desechos de otros. Y lo más grave es que todos lo saben y nadie hace nada”, señaló Preciado, visiblemente afectada.
Además, pidió a las autoridades tomar medidas urgentes para evitar que otros ciudadanos pasen por una situación similar. “No es justo que por la codicia de muchos haya esta contaminación en las aguas, en donde muchas personas nadan y hacen ejercicio”, reclamó.
¿Qué es el estafilococo dorado y cómo afecta?
El Staphylococcus aureus, conocido como estafilococo dorado, es una bacteria que suele habitar en la piel y en las fosas nasales de forma inofensiva en muchas personas. Sin embargo, cuando logra ingresar al organismo a través de una herida o corte, puede provocar infecciones severas.
En casos leves, esta bacteria puede causar abscesos o infecciones en la piel. No obstante, si no se controla a tiempo o si se trata de una cepa resistente, puede derivar en condiciones graves como neumonía, infecciones del torrente sanguíneo (sepsis), osteomielitis o incluso endocarditis, una infección que compromete las válvulas del corazón.