Después de varias semanas de silencio frente a la polémica por el intento de registrar la marca Frisby en Europa sin su autorización, la presidenta y cofundadora de la reconocida cadena de pollo frito, Liliana Restrepo, decidió hablar.
En entrevista con Valora Analitik, explicó por qué la empresa no ha dado el salto internacional, a pesar del éxito que ha tenido en Colombia con más de 260 restaurantes.
La marca, que nació hace casi 50 años, enfrenta hoy una batalla legal en España. Una sociedad en ese país intenta registrar el nombre, el logo y hasta la misma tipografía de Frisby, sin contar con la autorización de la empresa colombiana. Lea: Caso Frisby: El marketing emocional ha cambiado las reglas del juego en Colombia
Aunque la junta directiva ha preferido manejar el tema con reserva por tratarse de un proceso legal delicado, Restrepo decidió compartir públicamente la razón detrás de una duda que muchos han tenido por años: ¿por qué Frisby no ha salido de Colombia?
“Estuvimos en Queens, en Nueva York, con un socio, pero eso fue un impulso de emprendedor”, contó la presidenta. Aunque el comienzo fue prometedor, explicó que el negocio no se consolidó. “Se vendió demasiado”, dijo, pero no contaban con lo que venía después: una operación mucho más difícil de manejar sin el soporte que tienen en Colombia.
“Eso es muy difícil porque aquí tienes toda la infraestructura que te da soporte. No es lo mismo abrir un restaurante en Colombia que en otro país”, explicó Restrepo.
Las razones por las que Frisby no se ha expandido internacionalmente
La aventura en Estados Unidos no fue la única. También probaron abrir un restaurante en Venezuela, en un contexto muy distinto al de Colombia. Esta vez, el obstáculo fue la situación política y económica.
“Con ese gobierno, pues de ese momento, tampoco funcionó. Entonces también dijimos: ‘Vea, ¿sabe qué? Dejemos así’”.
En ambos casos, Restrepo dejó claro que no fue falta de ganas, sino de condiciones adecuadas para crecer afuera. El cierre de esos locales no significó fracaso, sino una pausa para enfocarse en seguir creciendo en casa.
“Teníamos tanto para hacer aquí que con el socio dijimos: ‘No, dejémoslo aquí’, y recogimos el restaurante”.
A pesar de esos episodios, la idea de llevar Frisby a otros países no está descartada. De hecho, la presidenta dejó claro que la opción sigue sobre la mesa:
“Eso está en los proyectos, que en cualquier momento estemos también listos para abrir un país, lo vamos a hacer. Está ahí en standby”.
Por ahora, el foco de la empresa sigue siendo Colombia, donde la marca ha logrado mantenerse como una de las más queridas del sector de alimentos. Pero la defensa de su identidad en Europa es una prioridad. Frisby no quiere que otros se apropien de un nombre que le ha costado décadas construir.