El presidente Gustavo Petro lanzó duras críticas contra la Comisión Cuarta del Senado por aprobar el artículo 37 de la reforma laboral, que incluye la figura del trabajo por horas. Según el mandatario, esta iniciativa representa un grave retroceso en los derechos conquistados por los trabajadores colombianos.
A través de su cuenta en la red social X, el mandatario expresó: “El trabajo por horas es un mayor retroceso que los contratos basura y la Ley 50, juntas. El contrato por horas es una propuesta de Duque que el pasado Congreso no quiso aprobar. La reforma laboral se convierte con ese artículo en una verdadera contrarreforma de las más atrasadas de las que se han visto”. Lea: Gustavo Petro insiste en atentado en su contra: lanza críticas a la Policía
Petro no fue el único en expresar su inconformidad. Centrales obreras como la CUT, la CGT y Fecode también rechazaron públicamente la decisión del Senado, calificando la medida como perjudicial para los trabajadores y favorable a intereses empresariales.
En un comunicado conjunto, las organizaciones advirtieron: “El Senado en la Comisión IV ha traicionado nuestras aspiraciones, no solo acabando de debilitar el proyecto de reforma laboral sino pasando límites inaceptables para el pueblo colombiano; aprobando una contrarreforma laboral escrita por y para el poderoso empresariado y gremios económicos. Es una reforma regresiva que desmonta derechos laborales históricamente conseguidos y desde el movimiento sindical y social lucharemos para no permitirlo”.
Sindicatos advierten consecuencias negativas para los trabajadores
Los sindicatos aseguraron que la aprobación del trabajo por horas pone en riesgo la estabilidad económica de millones de trabajadores y socava pilares fundamentales del sistema de protección social. “El trabajo por horas elimina el salario mínimo: un por horas no logrará juntar ingresos mínimos de subsistencia”, señalaron en un documento que resume su posición en 13 puntos.
Uno de los argumentos más insistentes del movimiento sindical es que esta modalidad laboral reduciría drásticamente la capacidad de cotización de los trabajadores, afectando su acceso a pensiones y al sistema de salud. “Un trabajador que labora apenas unas horas al día o a la semana no alcanzará nunca las semanas de cotización para pensionarse y el sistema de seguridad social perderá financiación”, advierten.
Además, enfatizan que esta fórmula promueve una alta inestabilidad laboral: trabajadores sin continuidad, sin ingresos fijos, fácilmente despedidos y sin posibilidad de planear su vida personal o familiar.
Desde el otro extremo del debate, hay voces que respaldan la medida. Nicolás Botero, dirigente de Fedeseguridad, considera que el modelo actual no se ajusta a las nuevas dinámicas del mercado laboral. “El mundo ya no se mide en jornadas, y la justicia es que todos pudiéramos tener un régimen que nos dejara trabajar como mejor se acomode a nosotros”, sostuvo.
Botero ejemplificó su argumento con los programadores que trabajan de forma remota para empresas en Europa o Estados Unidos. “Se conectan con Estados Unidos o con Europa a programar, les pagan en euros, en dólares, y están ubicados en Manizales, en Medellín, en Bogotá, y su remuneración es en dólares, por lo que es un nicho que poco le importa la reforma”, afirmó.
La reforma laboral, en su siguiente etapa, será discutida por la plenaria del Senado. Allí se definirá si el artículo que permite el trabajo por horas permanece en el proyecto o si se acoge la postura del Gobierno y las centrales sindicales, que exigen su eliminación por considerarlo regresivo.

