Una nueva EPS en el país será retirada voluntariamente del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Se trata de Salud Bolívar EPS, la cual marca el final de su operación en el territorio nacional tras más de un año de trámites para dejar de funcionar.
La Superintendencia de Salud emitió el pasado 19 de mayo una resolución en la que anunciaba la decisión de desvinculación de la entidad promotora de salud, la cual se hará efectiva desde el próximo domingo 1 de junio. Le puede interesar: ¿Se cancela la consulta si aprueban la reforma laboral? Esto dice el Gobierno
¿Dónde serán reubicados los afiliados?
Salud Bolívar EPS insistió en que continuará operando con normalidad hasta la fecha límite establecida. Asimismo, garantizó la continuidad en la prestación de servicios durante la transición.
Es importante indicar que, Salud Bolívar EPS cuenta actualmente con 3.500 afiliados, quienes serán trasladados a otras entidades según su régimen. Se conoció que los usuarios de esta promotora pasarán a Aliansalud EPS S.A., la cual asumirá los afiliados del régimen contributivo y Capital Salud S.A.S., los del subsidiado. Lea: Gael, el bebé que necesita el medicamento más caro del mundo para vivir
Según lo expresado por la Supersalud, este proceso deberá incluir la conciliación de cuentas con prestadores y proveedores.. Además, la firma de un paz y salvo dentro de un plazo de 90 días, con la supervisión directa de la autoridad de salud.
Esta EPS tiene a la mayoria de afiliados en la ciudad de Bogotá, donde se espera que el traslado se efectúe de forma ordenada.
La crisis en salud en Colombia pica y se extiende
Esta nueva salida del régimen de la salud de Salud Bolívar EPS se suma al complejo panorama que continúan enfrentando estas entidades en Colombia.
Las cifras expresadas por distintas autoridades en salud, da cuenta que solo en 2024, las EPS acumularon pérdidas por $9,6 billones, de las cuales el 70 % corresponde a entidades que han sido intervenidas por el Gobierno.
Las dificultades financieras tienen origen en la insuficiencia de los pagos por parte del Estado, el desbalance entre los costos operativos y la Unidad de Pago por Capitación (UPC), y la acumulación de deudas con prestadores.
EPS reconocidas como Sanitas, Nueva EPS, Famisanar y Coosalud también atraviesan situaciones críticas que las ubican como potenciales candidatas a procesos de liquidación.
Los principales afectados en toda esta crisis son los usuarios, quienes se enfrentan a barreras de acceso, demoras en los servicios médicos y un deterioro progresivo de la calidad asistencial.