Un nuevo testimonio entregado a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha puesto en entredicho la hoja de vida del general Raúl Vargas Idárraga, un alto oficial del Ejército Nacional que actualmente cuenta con la confianza del ministro de Defensa, Pedro Sánchez.
Según información de Semana, la declaración fue hecha por el sargento retirado Jaime Coral, quien asegura haber presenciado directamente crímenes cometidos por Vargas cuando ostentaba grados medios dentro de la institución castrense.
Coral, quien hoy colabora con la JEP como compareciente en el marco de las investigaciones por ejecuciones extrajudiciales conocidas como “falsos positivos”, relató haber sido testigo de la muerte de un campesino a manos del entonces mayor Vargas.
El hecho, según su declaración, ocurrió en jurisdicción del Batallón Bolívar, en Tunja, durante una operación militar que habría sido simulada con el objetivo de presentar resultados ante la comandancia. Lea: Procuraduría pide explicaciones al Mindefensa por estrategia ante el ‘plan pistola’
“Se hizo una operación falsa, se hizo un montaje”, afirmó Coral, al describir el procedimiento irregular en el que, presuntamente, se involucró Vargas Idárraga junto a sus escoltas, un capitán de apellido Rivera y un coronel.
Otro caso comprometería al general en torturas y múltiples homicidios
El sargento retirado aseguró que la muerte del campesino no fue un hecho aislado. Según su testimonio, cuando Vargas era capitán y operaba en el departamento de Nariño, habría participado en la tortura y posterior homicidio de 10 personas señaladas como presuntos integrantes de la guerrilla. Los hechos habrían ocurrido en el año 2000, durante la ejecución de la operación denominada Tsunami.
“Allá en Barbacoas Nariño desaparecieron 10 personas”, dijo Coral al recordar los eventos, agregando que el entonces capitán pertenecía a la compañía Astro de la unidad móvil 2 del batallón de contraguerrillas 15. “Él (Vargas Idárraga) participó de torturas y homicidio de una gente allá”, añadió el compareciente.
En uno de los fragmentos más impactantes de su testimonio, Coral detalló cómo fue obligado a disparar contra un civil, al que luego remató el mayor Vargas. “Me ordena que tengo que dar los primeros disparos, yo le doy uno, pero el tipo no cayó, quedó herido porque le pegué en un hombro y el mayor Vargas fue y lo mató”, relató ante la JEP.
El suboficial retirado, según Semana, cuestionó que, pese a la gravedad de estas denuncias, el oficial siga activo en la fuerza y haya ascendido a general. “Me parece grave que un hombre que sea oficial y que tenga esa reputación con los falsos positivos, permanezca en su cargo. Eso no es bueno, pues esa no es la imagen que las fuerzas militares necesitamos darle a nuestro país”, subrayó.
Desde el Ministerio de Defensa, por ahora, se ha indicado que el general Vargas Idárraga no está sometido ante la JEP. No obstante, su presencia en reuniones de alto nivel, como el consejo de seguridad del pasado 24 de abril en Popayán, donde compartió mesa principal con el ministro Pedro Sánchez y la cúpula militar, refuerza su posición de confianza dentro del Gobierno.
El testimonio de Coral, rendido bajo la gravedad de juramento, ahora queda en manos del sistema de justicia transicional para determinar si dará paso a nuevas investigaciones o si se incorporará a procesos ya abiertos sobre ejecuciones extrajudiciales en Colombia.