Lyan José Hortúa Bonilla, el niño que permaneció secuestrado durante 18 días, fue liberado en la tarde del miércoles, 21 de mayo, por sus captores, quienes lo sometieron a amenazas y lo ataron de manos.
Del infante se conoció que está próximo a cumplir 12 años y que detrás de su rapto, al parecer, hay un pasado de narcotráfico y violencia. Así lo dieron a conocer fuentes anónimas al diario El Colombiano.

El secuestro, según la fuente, guardaría relación con la fortuna y unos bienes que su familia habría heredado de su padre biológico, quien fue identificado como José Leonardo Hortúa Blandón, alias Mascota, uno de los cabecillas más peligrosos de “los Rastrojos”, extinta organización narcotraficante. Lea aquí: Asesinan a hombre que pagó rescate de Lyan, el niño que estaba secuestrado
Hortúa Blandon fue asesinado un mes antes del nacimiento de Lyan.
El atentado de ‘Mascota’ se produjo el 19 de abril del 2013, en Cali, justo cuando Angie Bonilla, su pareja, esperaba su primer hijo.
En ese momento, Hortúa se encontraba bajo libertad condicional y había acudido a un consultorio odontológico, donde fue atacado a tiros por sicarios que le arrebataron la vida. Le puede interesar:“Nos vimos en la obligación de pagar un rescate”: tío de Lyan José
De acuerdo con El Colombiano, alias ‘Mascota’ era lugarteniente de Diego Pérez Henao (Diego Rastrojo), el líder de la organización criminal ‘los Rastrojos’, y el principal candidato a heredar su lugar, luego de que este fuera extraditado a Estados Unidos, por cargos de narcotráfico,en 2012.

Angie, la viuda volvió a casarse con Joshua Suárez, un reconocido joyero de Cali, con quien tuvo otra niña. Luego de esto se dedicó a crear contenido en redes sociales bajo el nombre de Barbie Vanesa, compartiendo su estilo de vida.
Las fuentes consultadas por El Colombiano señalaron que un integrante de ‘los Rastrojos’ se presentó ante la mujer para exigirle que entregara los bienes que le dejó ‘Mascota’, reviviendo el oscuro pasado de su difunto esposo.
Tras este hecho, la mujer le explicó al sujeto que no tenía nada de lo que le mencionaban. Días después su hijo fue secuestrado, en su casa, ubicada en el corregimiento Potrerito, en Jamundí (Valle).
En el Valle es muy común que los narcos secuestren personas y se las entreguen a la guerrilla”.
Fuentes anónimas de El Colombiano.
También se conoció que por la liberación de Lyan, los narcotraficantes cobraron más de dos millones de dólares y para retenerlo hicieron una alianza con el frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc, que se encargó de custodiar al pequeño.