Una comisión del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General realizó este miércoles una inspección judicial en el jardín infantil donde se habrían cometido los múltiples abusos sexuales contra varios menores de edad. El procedimiento hace parte de la investigación que avanza en contra de Freddy Castellanos, el docente que ya fue enviado a prisión mientras continúa el proceso en su contra.
La inspección tuvo lugar en la sede del Hogar Infantil Canadá, en la localidad de San Cristóbal Sur, al sur de Bogotá, según información de Colprensa. Durante la diligencia, los investigadores buscaron recolectar documentos, registros y otros elementos que permitan esclarecer la magnitud de los hechos denunciados por varias familias. Lea: ICBF tomará las riendas de 9 jardines infantiles tras caso de abuso sexual
Castellanos, quien trabajaba como profesor en la institución, comenzó a generar inquietud entre algunos padres luego de que sus hijos presentaran cambios drásticos en su comportamiento. Según testimonios, algunos menores se negaban a regresar al jardín y mostraban señales de angustia cuando eran dejados bajo el cuidado del docente.
Una madre detectó señales de alerta en su hija
Una de las madres que alzó su voz fue Margie Espinel, de 26 años, quien vive en el barrio Buenos Aires. Su hija ingresó al jardín en febrero, y poco tiempo después aparecieron las primeras señales de alarma. “La niña comenzó a hacer pataletas más intensas, me decía: ‘mamá, jardín feo, jardín no, abuela sí’”, declaró al diario El Tiempo.
El 28 de abril, su hija le hizo una confesión que la llevó a contactar de inmediato a las autoridades. “Me dijo que su profesor, haciéndose el que jugaba, le daba besos en la boca y que eso era muy incómodo para ella”, relató Espinel. La menor también le reveló que había sido tocada de forma indebida. “Mi niña sabía que nada de eso era un juego, que la actitud de ese tipo no estaba bien, y por eso me contó. Yo nunca dudé de la palabra de mi hija. La conozco. Ella nunca tendría la capacidad de inventar semejante abuso”.
El caso fue atendido en el Hospital San Blas, donde se activó el protocolo conocido como Código Blanco. Allí se confirmó que la niña había sido víctima de hechos que constituyen una grave vulneración de sus derechos.
Pese a la gravedad de la denuncia, Castellanos continuó dictando clases por varios días. Espinel relató que, tras un nuevo encuentro con él en la calle, lo increpó públicamente. “Le gritó violador, e incluso le pegó”, según consta en el reporte. La Policía lo detuvo, pero inicialmente fue dejado en libertad.
Además, la madre denunció que el jardín infantil no solo lo protegió, sino que presuntamente le entregó su información personal al señalado, quien luego interpuso una denuncia en su contra. “Ellos, en vez de apoyarme en mi denuncia, y tener en cuenta la posibilidad de otros casos, lo único que han hecho es facilitarle las cosas a este señor”, lamentó.
Avanza el proceso judicial contra el docente que abuso sexualmente de los menores
Actualmente, Castellanos enfrenta cargos por los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años y actos sexuales con menor de 14 años, ambos agravados.
Aunque no aceptó los cargos, un juez ordenó su reclusión preventiva. La Fiscalía ha recibido hasta el momento tres denuncias formales y no se descarta que se sumen nuevos casos.
De ser hallado culpable, Castellanos podría enfrentar una condena superior a los 50 años de prisión.