Cada año, el 21 de mayo se convierte en una jornada de memoria y celebración en el país. Esta fecha fue elegida para conmemorar la abolición oficial de la esclavitud en el país, decretada en 1851 bajo el gobierno del entonces presidente José Hilario López. El proceso de abolición fue producto de luchas constantes, rebeliones e innumerables manifestaciones de resistencia de los pueblos afrodescendientes que, durante años, enfrentaron condiciones inhumanas y una sistemática negación de sus derechos.
Aunque la abolición representó un paso crucial hacia la libertad legal, también dejó al descubierto los múltiples desafíos que seguirían enfrentando estas comunidades. La exclusión, el racismo estructural y la invisibilización cultural continuaron marcando el devenir de los pueblos afro en Colombia.
Para el año 2001, mediante la Ley 725, el Congreso de la República instituyó el 21 de mayo como el Día Nacional de la Afrocolombianidad. Desde entonces, esta conmemoración ha servido para resaltar la herencia africana en el país, fomentar el reconocimiento de los derechos colectivos y reivindicar la diversidad como una riqueza nacional. Lee también: Un viaje a Palenque: donde la historia no se cuenta, se vive.

Una lucha que sigue viva
El Día de la Afrocolombianidad no es solo un recuerdo del pasado; es también una oportunidad para reflexionar sobre el presente y los retos actuales que enfrenta esta población. A pesar de los avances en materia de políticas públicas y el reconocimiento constitucional de los derechos de las comunidades afrodescendientes, aún persisten grandes brechas en acceso a la educación, salud, empleo y representación política.
Según el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2018 realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), los pueblos afrocolombianos, incluyendo comunidades negras, raizales y palenqueras representan aproximadamente el 10 % de la población del país. Sin embargo, su participación efectiva en los escenarios de toma de decisiones sigue siendo limitada, y muchos territorios con alta población afro continúan padeciendo pobreza, desplazamiento y violencia.
Una herencia que vibra en la cultura
La influencia afrocolombiana atraviesa profundamente el arte, la música, la gastronomía, las tradiciones orales y las prácticas espirituales del país. Expresiones como el bullerengue, la cumbia, el mapalé y los cantos de alabao son apenas una muestra del rico legado cultural que han dejado estas comunidades a lo largo de la historia.
En muchas ciudades y municipios del país, la fecha se conmemora con festivales, presentaciones artísticas, foros académicos, muestras gastronómicas y actos pedagógicos que buscan sensibilizar a la población sobre la importancia del patrimonio afro.
En la ciudad de Cartagena, por ejemplo, desde el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) estarán realizando el día de hoy en el Teatro Adolfo Mejía un encuentro cultural a partir de la 1:00 p.m. para celebrar la rica herencia afro de la cual es poseedora La Heroica.