Ángela María Buitrago, reconocida jurista y exfiscal, oficializó su salida del Ministerio de Justicia y del Derecho, sumando un nuevo relevo en el gabinete del presidente Gustavo Petro.
La renuncia, que se hará efectiva el próximo 1 de junio, fue presentada mediante una carta dirigida al jefe de Estado, con fecha del 12 de abril, en la que expresa razones de carácter personal y profesional para dejar el cargo.
El anuncio se da en medio de una serie de movimientos internos en el Gobierno nacional, lo que posiciona esta dimisión como la tercera en esa cartera desde el inicio de la administración Petro. Buitrago, quien asumió con el reto de fortalecer el Estado de Derecho y promover una justicia más cercana a la ciudadanía, tomó la decisión luego de casi un año de gestión. Lea: Ángela María Buitrago renuncia al Ministerio de Justicia en remezón
En su carta, la ministra expresó su agradecimiento por la oportunidad de haber liderado una de las instituciones clave del aparato estatal, y destacó el compromiso del equipo que la acompañó. “Me enorgullece haber contado con un grupo comprometido, leal y honesto”, afirmó.
A lo largo de su gestión, Buitrago promovió programas como Entornos Seguros, Redes Justas y el fortalecimiento de las Casas de Justicia, además de iniciativas centradas en la protección de los derechos de la población privada de la libertad. Sin embargo, reconoció que restricciones presupuestales impidieron que varios de esos proyectos tuvieran el alcance deseado.
Denuncia de presiones externas marcó su salida
La renuncia de Buitrago no fue solamente una decisión administrativa. En su misiva, hizo una advertencia contundente sobre la existencia de presiones externas que, según dijo, afectaron el curso de su labor institucional.
“Mis actuaciones no dependen de influencias, ni amenazas, persuasiones, ni interferencias o intereses políticos”, señaló, al tiempo que alertó sobre intentos de injerencia que, en sus palabras, comprometieron la independencia y la transparencia de su ejercicio como ministra.
Aunque no identificó directamente a los responsables, expresó inquietud por no saber quiénes están detrás de esas presiones ni cuáles son sus motivaciones. Frente a ese panorama, aseguró que su decisión fue tomada para no comprometer sus principios y mantener intacta su integridad profesional.
En el entorno político, la relación entre Buitrago y el presidente Petro ya venía mostrando señales de desgaste. Desde marzo, medios nacionales informaron sobre desacuerdos en torno a la política de paz total, especialmente por diferencias en el diseño del marco jurídico para la desmovilización de grupos armados.
Mientras Petro ha defendido un enfoque más flexible que el sometimiento tradicional a la justicia, Buitrago sostuvo que ese modelo podría socavar la legalidad del sistema judicial.
El desencuentro se hizo evidente en un consejo de ministros televisado el pasado 10 de marzo, donde la entonces ministra planteó la necesidad de reevaluar ese enfoque. Desde ese momento, el liderazgo del tema pasó a la fiscal general, Luz Adriana Camargo, quien asumió un papel más activo pese a tratarse de una política del Ejecutivo.
En medio de rumores sobre una eventual recomposición del gabinete, comenzó a circular el nombre de Héctor Carvajal como posible sucesor en la cartera de Justicia, lo que refuerza la lectura de que la salida de Buitrago obedece a una situación política que venía incubándose desde hace semanas.
A pesar de las tensiones, la saliente ministra ofreció su disposición para facilitar una transición ordenada y manifestó su esperanza en que los esfuerzos del presidente Petro por alcanzar la paz en Colombia logren resultados concretos.