Lo que empezó como un litigio internacional terminó desatando una de las muestras de respaldo más llamativas del empresariado colombiano en redes sociales. Marcas de comida rápida, bebidas, helados y hasta entidades gremiales se han solidarizado con Frisby tras conocerse que una compañía en España estaría intentando quedarse con el uso de su marca y logotipo.
La reacción colectiva ha tomado fuerza en plataformas como Instagram y X, donde varias empresas —incluidas competidoras directas de Frisby— han dejado claro que, ante la controversia legal, defienden lo que representa esta marca fundada en Pereira hace casi 50 años. Lea: “No estamos quitando nada”: Frisby España rompe el silencio tras disputa legal
“Porque lo auténtico no se copia, se respeta”, publicó KFC en una imagen que rápidamente se volvió viral y acumuló más de 43.000 reacciones.
Buffalo Wings, la cadena nacida en Nueva York y conocida por sus alitas de pollo picante, también se pronunció con una ilustración que muestra a su clásico búfalo abrazando al pollo de Frisby, acompañada del mensaje: “Aquí solo lo original. Las copias que hagan fila”.
El caso ha movilizado no solo al sector gastronómico, sino también a compañías de distintos rubros que encontraron en este conflicto una causa común: el respeto por el esfuerzo empresarial colombiano.
El efecto dominó en redes sociales
A la ola de solidaridad se han sumado marcas como Presto, que apeló a su eslogan institucional con un mensaje directo: “Estamos prestos para defender lo nuestro, cuentan con nuestro apoyo”.
Kokoriko, otro actor tradicional en la venta de pollo, expresó en su perfil: “En Colombia, las marcas no solo se construyen con recetas: se construyen con historia, trabajo y respeto”.
El respaldo no se quedó solo en los restaurantes. Helados Popsy, desde otro frente del sector alimenticio, escribió en su cuenta de X: “Porque las marcas que nacen del amor, el esfuerzo y el sabor de un país no se pueden copiar. Conocemos el esfuerzo de estar y permanecer en el mercado por eso ¡Cuentan con nuestro A-Pollo!”.
Crepes & Waffles y Sandwich Qbano, por su parte, destacaron la importancia del “valor de la tradición y el esfuerzo”, posicionándose también del lado de Frisby ante la disputa.
Incluso empresas de fuera del sector de alimentos han hecho eco del mensaje. Aguardiente Amarillo, que recientemente enfrentó su propio conflicto de marca, escribió: “Sabemos lo que se siente que te quieran copiar”. A la lista también se sumaron Alpina, Miniso Colombia, la Federación de Cafeteros de Risaralda, marcas de ropa, droguerías y almacenes por departamento.
Un caso que trasciende lo legal
El conflicto tiene como origen la intención de la empresa española Frisby de quedarse con los derechos de uso de la marca gráfica registrada por la compañía colombiana. Según informó esa firma, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) le dio la razón y ahora Frisby Colombia tiene dos meses para demostrar que su marca ha sido usada de forma efectiva en territorio europeo.
Aunque todavía existen mecanismos legales para defender su identidad, abogados expertos en propiedad intelectual advierten que el caso podría resolverse mediante una negociación entre ambas partes para evitar un proceso prolongado.
Frisby, la cadena de restaurantes de pollo apanado, con más de 280 puntos de venta en Colombia, presencia en 60 municipios y más de 5.000 empleos generados, es vista como una de las marcas más emblemáticas del país. De ahí el eco que ha tenido esta disputa, no solo en el ámbito legal, sino también en el plano emocional y simbólico para muchas otras compañías que ven en este caso una advertencia sobre lo que significa construir y proteger una identidad empresarial en el mercado global.