Margie Espinel, madre de una de las niñas que habría sido víctima de abuso en un jardín infantil del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en Bogotá, denunció que ha sido blanco de amenazas, intimidaciones y agresiones tras hacer públicas las acusaciones contra Freddy Arley Castellanos, exdocente del Hogar Infantil Canadá, sede F. Espinel, quien ha liderado la denuncia desde el inicio del caso, asegura que teme por su vida y la de su familia.
La mujer relató que ha recibido múltiples mensajes y llamadas con contenido amenazante desde que decidió exponer el caso. En un video compartido en su cuenta de TikTok, reiteró que, a pesar de las intimidaciones, no dejará de exigir justicia: “Claro que da miedo, yo soy mamá de 2 niños, pero no me van a callar. Lo que buscamos es justicia, exigir justicia no creo que sea un delito”. Lea: ¡No me van a callar!: madre que expuso abusos en jardín del ICBF en Bogotá
Espinel también indicó que su familia ha sido víctima de hostigamientos en su lugar de residencia. Según dijo, desconocidos han rondado la vivienda de su madre, ubicada en Bogotá, y en uno de los episodios más preocupantes, rompieron los vidrios de la casa. “Una moto empezó a rondar la casa, es la casa de mi mamá, porque es la dirección que aparece en los registros. Allá llegaron y le rompieron los vidrios. Además, nos han hecho llamadas y nos han enviado mensajes amenazándome”, declaró en entrevista con Caracol Radio.
@margiieespiinel 🤍 SOLO QUEREMOS JUSTICIA POR NUESTROS NIÑOS Y NUESTRAS VOCES NO SE VAN A CALLAR 👊🏻🤍🌈#justicia ♬ sonido original - Margiie 🖤🦋
Preocupación por la seguridad y lentitud en el proceso
Durante una manifestación reciente, la madre de Espinel también fue fotografiada por hombres en moto, lo que incrementó el temor por la seguridad del núcleo familiar. Además, la denunciante reveló que no es la única que ha recibido este tipo de intimidaciones. Asegura que otras madres que han alzado su voz en el proceso también están siendo amenazadas.
El caso ha generado preocupación entre los familiares de las presuntas víctimas por el aparente silencio de las autoridades. Espinel manifestó su inconformidad con la falta de información sobre el avance de la investigación, y teme que el presunto agresor quede en libertad por vencimiento de términos. “Estamos hablando con el abogado, pero nosotras no confiamos en nadie y preferimos que eso lo maneje el abogado”, afirmó.
El jardín infantil en cuestión, que operaba bajo convenio con el ICBF, fue cerrado temporalmente tras conocerse las denuncias. Sin embargo, Espinel cuestiona que ni la coordinadora ni las docentes se hayan pronunciado: “Como si se las hubiera tragado la tierra, la coordinadora no aparece, ni las profesoras, nadie aparece. Estamos esperando que avance la investigación porque no queremos que este tipo quede libre por vencimiento de términos”.
La madre también hizo un llamado a no desviar el foco del caso ni utilizar su trabajo como modelo webcam para desacreditarla. Asegura que su ocupación no afecta el cuidado de sus hijos y que cuenta con el respaldo del padre de los menores.