Esta semana se reanudó el juicio penal contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, acusado de presunto soborno a testigos y fraude procesal, en uno de los procesos judiciales más seguidos del país. La defensa del exmandatario ha comenzado a presentar sus testigos en un intento por demostrar su inocencia, en medio de un ambiente de alta expectativa pública y mediática.
Sin embargo, durante las audiencias recientes, un detalle procesal llamó especialmente la atención: la jueza Sandra Heredia, encargada del caso, expresó en plena audiencia —transmitida en vivo— su preocupación por los tiempos del proceso. Heredia reveló que ha pospuesto otras diligencias judiciales para dar prioridad al caso de Uribe, debido a que los términos de prescripción están “relativamente cerca”.
Estas declaraciones han encendido el debate sobre la duración del proceso y la presión que representa el paso del tiempo en un juicio de alto perfil.
“Esta circunstancia me lleva a solicitarles su colaboración, que tengan más testigos disponibles a diario, teniendo en cuenta que la pertinencia en la mayoría de ellos no es voluminosa”, sostuvo Heredia.
En esa medida, advirtió que las personas que han sido citadas deben estar atentas al llamado de su despacho. Y señaló que mientras la Fiscalía tenía cerca de 35 testigos, la defensa de Uribe busca presentar más de 70.
“Esa circunstancia nos obliga a aunar esfuerzos, para que, por favor, no sean solamente cinco testigos a diario, porque si no, nos va a dar aquí la Navidad señalando fechas y fijando unas audiencias de dos y tres horas”, anotó la jueza.
Jaime Granados, el abogado del expresidente Uribe, hizo un gesto de desacuerdo frente a las afirmaciones de la jueza.
“Doctor Granados, discúlpeme, pero si no tenemos en cuenta esa situación, no voy a hacer audiencias en otros procesos y acá voy a venir a una audiencia dos y tres horas, esa no es la idea. La idea es poder evacuar, poderle resolver esta situación jurídica al señor procesado de la manera más rápida”, sostuvo la jueza.
La jueza, además, advirtió que las proyecciones de la defensa de Uribe apuntan a que el 31 de julio acabarían de presentar sus testigos. Según la togada, los tiempos serían muy ajustados para surtir los alegatos de cierre y adoptar la decisión.
Granados no tardó en contestar. “Estamos haciendo el mayor esfuerzo, señoría. Hemos sido muy concretos en los interrogatorios. Nosotros no podemos partir de la premisa de que la Fiscalía no va a contrainterrogar. Si fuera así, sería otra historia. Pero aun así, estamos haciendo el mayor esfuerzo, su señoría”, concluyó el abogado.