La reforma laboral propuesta por el gobierno del presidente Gustavo Petro continúa generando tensiones en el Congreso, y mientras el Ejecutivo insiste en la posibilidad de llevar el tema a consulta popular, en el Senado se mueven actualmente tres caminos legislativos que podrían definir el destino de esta ambiciosa iniciativa.
El primero de estos caminos lo lideran los senadores Ariel Ávila, de la Alianza Verde, y Pedro Flórez, del Pacto Histórico, quienes radicaron un informe de apelación con el objetivo de revivir el trámite del proyecto, hundido hace más de un mes en la Comisión Séptima del Senado.
Ambos legisladores argumentan que la reforma no debe limitarse a esa comisión, ya que también toca asuntos relacionados con derechos fundamentales, por lo que podría discutirse en la Comisión Primera. Lea: Petro lanza advertencia al Senado por consulta popular laboral
“La reforma laboral no sólo es oportuna, sino constitucionalmente imperativa. Su contenido responde a un mandato de actualización normativa que integra estándares internacionales, atiende la realidad del mercado laboral y fortalece el sistema democrático mediante la expansión efectiva de los derechos fundamentales”, señala el documento radicado ante la plenaria del Senado.
La apelación también está respaldada por argumentos jurídicos sobre el reglamento del Congreso y fallos de la Corte Constitucional. Ahora la plenaria del Senado deberá decidir si acoge o no la solicitud.
El ‘agarrón’ entre el gobierno y el Partido Liberal
El segundo camino ha encendido un fuerte enfrentamiento político. Se trata del proyecto conocido como la minireforma laboral, una propuesta del Partido Liberal que retoma algunos puntos del proyecto del gobierno, pero de forma más limitada.
El detonante del ‘agarrón’ fue la presentación de una ponencia positiva en la Comisión Séptima del Senado por parte del senador liberal Miguel Ángel Pinto, quien en el pasado ayudó a hundir la reforma oficialista.
La minireforma propone que el recargo nocturno comience a aplicarse desde las 7:00 p. m. y que el trabajo en domingos y festivos sea pagado al 100%. Aunque son medidas que también estaban incluidas en el proyecto original del gobierno, esta vez son impulsadas desde una bancada que ha marcado distancia con el Ejecutivo.
El presidente Petro no tardó en responder. Durante un consejo de ministros reiteró que si el Senado no permite avanzar en el trámite de la reforma estructural, el gobierno insistirá en convocar una consulta popular.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, reforzó esa posición: “La consulta va sí o sí. Es el Partido Liberal el que decidirá en el Senado si el pueblo tiene la voz para defender sus derechos laborales. Mandaremos mensaje de urgencia para que el Partido Liberal se defina”.
Desde el Partido Liberal, la respuesta fue inmediata. El senador Alejandro Chacón, uno de los autores de la minireforma, cuestionó la estrategia del gobierno: “Por tener ya ponencia positiva radicada, el gobierno no puede enviarle el mensaje de urgencia”, aseguró.

Petro alista la radicación de la consulta popular
El tercer camino se concretará el próximo jueves 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo. En una movida simbólica, el presidente Petro acudirá personalmente al Senado para radicar el documento con el que su gobierno solicita la autorización para convocar una consulta popular sobre la reforma laboral.
Aunque no está prevista una sesión plenaria para ese día, se espera que el mandatario, acompañado por varios de sus ministros y congresistas del Pacto Histórico, entregue el documento ante la Secretaría General del Senado. Una vez radicado, la corporación tendrá un mes para discutirlo y tomar una decisión.
La propuesta de consulta incluiría no solo los ejes laborales del proyecto original, sino también otras iniciativas sociales como el pago de una cuota de pensión a los más pobres, tasas de interés bajas para microempresarios y garantías laborales ampliadas.
Mientras tanto, el Congreso está en una encrucijada. El Senado deberá elegir entre revivir la reforma del gobierno a través de la apelación, debatir la minireforma impulsada por el liberalismo o autorizar la consulta popular que plantea el Ejecutivo.