Pablo Escobar Gaviria es, sin duda, uno de los personajes más controvertidos de la historia del narcotráfico. Para algunos, fue un Robin Hood moderno, un benefactor que construyó barrios enteros, financió hospitales y ayudó a los más necesitados de Medellín. Para otros, fue un despiadado narcotraficante, responsable de miles de muertes y del terror que sacudió a Colombia en los años 80 y 90. Su imperio del tráfico de drogas lo convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna que superaba los 30.000 millones de dólares.

A pesar de su violento legado, el nombre de Escobar sigue generando fascinación en el mundo entero. Sus lujosas propiedades, que alguna vez fueron símbolo de su poder y extravagancia, han sido transformadas en atracciones turísticas que ofrecen historia, curiosidad y, en algunos casos, una crítica abierta a los años más oscuros del narcotráfico en Colombia. Desde la icónica Hacienda Nápoles hasta las ruinas de La Manuela, estos lugares ofrecen a los visitantes un poco más de contexto sobre el capo que cambió la historia de un país. Le puede interesar: Recuperan 2 lujosas fincas del hermano del exnarco Pablo Escobar.

Hacienda Nápoles: de hacienda a parque temático
Ubicada en Puerto Triunfo, Antioquia, la Hacienda Nápoles fue la propiedad más emblemática de Escobar. Con una extensión de aproximadamente 3.000 hectáreas, esta finca contaba con una mansión, una pista de aterrizaje, una plaza de toros y un zoológico privado que albergaba especies exóticas importadas de África, como hipopótamos, jirafas y elefantes.
Tras la muerte de Escobar en 1993, la hacienda quedó en abandono hasta que el gobierno colombiano la transformó en un parque temático. Hoy, el Parque Hacienda Nápoles ofrece a los visitantes historia, naturaleza y entretenimiento, con atracciones acuáticas, safaris y un museo que narra la historia del narcotráfico en Colombia. Lea también: El día en que Héctor Lavoe escapó de Pablo Escobar en Medellín.

La Manuela: ruinas con vista al embalse
Situada en el municipio de El Peñol, Antioquia, La Manuela fue nombrada en honor a la hija menor de Escobar. Esta propiedad de 8 hectáreas incluía una lujosa mansión y ofrecía impresionantes vistas al embalse de Guatapé. Durante los años de conflicto, la finca fue parcialmente destruida por un atentado del grupo paramilitar Los Pepes. Actualmente, las ruinas de La Manuela se han convertido en una atracción turística, donde los visitantes pueden explorar los restos de la mansión y disfrutar de actividades como paseos en bote por el embalse. Lea: Hermano y el sobrino de Pablo Escobar se pelean por sus museos.

Edificio Mónaco: del lujo a la memoria
Ubicado en Medellín, el Edificio Mónaco fue la residencia principal de la familia Escobar. Este edificio de ocho pisos reflejaba el lujo y la opulencia asociados con el narcotraficante. Sin embargo, también fue escenario de un atentado con coche bomba en 1988, atribuido al cartel de Cali. En 2019, el edificio fue demolido y en su lugar se construyó el Parque Conmemorativo Inflexión, dedicado a las víctimas del narcotráfico y como símbolo de la transformación de Medellín.

Casa en Tulum: de refugio secreto a hotel de lujo
En Tulum, México, Escobar poseía una mansión frente al mar que permaneció abandonada durante años tras su muerte. Recientemente, esta propiedad fue rediseñada y convertida en el lujoso hotel Casa Malca. Este exclusivo alojamiento combina arte contemporáneo con la arquitectura original, ofreciendo a los huéspedes una experiencia única en el Caribe mexicano.
Las propiedades de Pablo Escobar han pasado de ser símbolos de una era oscura en la historia de Colombia a convertirse en destinos turísticos que cuentan el impacto del narcotráfico en el país y el mundo. Al visitar estos lugares, los turistas exploran sitios de interés histórico y cultural, además participan en la narrativa de transformación y resiliencia de una nación.